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lunes, 10 de diciembre de 2007

... de Washington y Nueva York


No era un destino que me había planteado a corto plazo pero como siempre, las oportunidades hay que aprovecharlas. Teníamos un compañero que estaba viviendo en Washington y nos invitó a ir a visitarle a su casa. 

Nos planteamos un viaje corto, de 8 días por lo que dedicaríamos 4 días a Nueva York y 4 días a Washington.

El viaje sería:

*  27 octubre: vuelo casa - Madrid- Washington DC
*  28 octubre: Washington- Nueva York (quedarnos 3 noches)
*  31 de octubre: Nueva York - Washington (3 noches en DC)
*  3 de noviembre: regreso a casa.

Compramos el billete de avión a través de un operador de internet en las compañías de Spanair y American Airlines por 545€ (ida y vuelta).

27 de octubre

El vuelo dirección a Madrid sale a las 9:00h (hora benévola) para lo que estoy a costumbrada así que no tenemos que madrugar demasiado. El siguiente vuelo con destino Washington sale del aeropuerto de Barajas desde la terminal S, la más alejada, por lo que es necesario estar con tiempo suficiente para llegar a esta terminal (hay que ir por el tren subterráneo) y para pasar los controles extra sin perder el avión. Para este viaje es necesario tener el pasaporte con lector magnético y además a mí, en la oficina de pasaportes, me aconsejaron renovar mi anterior pasaporte porque tenía el sello de entrada a Egipto (de 2 años antes de unas vacaciones) y me dijeron que podía darme problemas en aduanas. Por supuesto me hice un nuevo pasaporte con las hojas inmaculadas para no sufrir ningún tipo de incidente.

El vuelo se hizo largo, el avión era viejo (no tenía pantallas individuales a pesar de ser transoceánico) pero llegamos en hora al Aeropuerto Internacional Dulles a las 16:00h local después de 7 horas y media.

El paso de control de pasaportes es muy estricto. Conscientes de que hay que ser escrupuloso para controlar los movimientos migratorios, me resultó complicado entender que fueras joven, mayor o niño nos tuvieran esperando en una cola más de 2 horas de pie y con bastante calor. Cuando por fin llegas a los controladores de pasaportes entre los nervios y el cansancio... ¡no les entendí qué me preguntaban! Fue al tercer intento cuando supe que me preguntaba cuánto tiempo pensaba estar allí; y a continuación me tomó las huellas dactilares de los índices y una foto de frente.

Después de todo este trajín aún queda el último paso con las autoridades y es que al recoger las maletas hacen registros aleatorios a las maletas. Aquí si que tuve más suerte y eligieron a la chica que pasó justo delante de mi... si me hacen abrir la maleta y me la revuelven, estoy segura que no podría volver a cerrarla (nunca caben las cosas de la misma forma, ¿a vosotros no os pasa?)

Nuestro compañero residente nos estaba esperando y cogimos un taxi hasta su casa en el centro por unos 60$ (dólares americanos). Pasamos con él el resto del día.

Nueva York

28 de octubre

Hoy es domingo y el yet lack empieza dando la lata. Hoy el plan es ir a Nueva York y subir al Empite State. Para ambos lugares hemos comprado los tickects con antelación por internet.





Vamos en bus con la compañía DC2NY . Su página es http://www.dc2ny.com/ y vamos andando desde la casa de nuestro compañero hasta la parada, que queda en la esquina de la 20th St con Massachusetts Ave NM. El bus sale a las 11:00 a.m. y nos cuesta unos 45$ i/v (hay que llevar la reserva impresa). El trayecto es de unas 4 horas y media y nos deja en el centro de Manhattan, en Penny Station. Además de bus, en esta parada está la entrada de metro por lo que es la mejor manera de movernos hasta nuestro hostel.




Cogimos una habitación en el Continental hostel (330W 95th) por 60€ la noche. A ver, no es un hotel ni para cardíacos ni para escrupulosos, oscuro y poco cuidado. Las fotos dan una imagen irreal de las instalaciones. No repetiría allí, pero para el tiempo que pasamos dentro fue suficiente. Además tiene una parada de metro en la 96th, por lo que estábamos bien ubicados.

Directamente después de hacer el checking en el hostel, cogemos el metro (me sorprendió lo viejo que está el metro y lo poco cuidadas que están las estaciones para ser pleno Manhattan) para ir al al Empire State. La parada de sub más cercana al edificio es nuestra recién conocida Penny Station. Las entradas para subir las teníamos compradas con antelación. La página oficial es  http://www.esbnyc.com/local/es/observatory.asp donde la entrada al mirador más una video-visita en 3D de la cuidad nos costó 44$. A pesar de haberlas comprado por internet ésto no nos evitó hacer la cola para entrar en el edificio, cola para cambiar el folio impreso de internet por la entrada real y otra cola para subir en el ascensor hasta el mirador. Una hora y cuarto de cola. Pero igual mereció la pena porque cuando llegamos empezaba a anochecer (y el día era despejado) por lo que pudimos ver la preciosa puesta de sol y cómo empezaba a iluminarse la gran manzana. Hacía mucho mucho viento allá arriba, es bueno ir abrigado.




Damos un paseo por la manzana y cenamos en un auténtico fast food americano donde nos atienden en español... increíble. El español está en auge, tanto por la inmigración que ya lo habla como la moda de estudiarlo. En muchísimos lugares la gente nos atendió en castellano.

29 de octubre

Hoy es lunes y nos disponemos a pasear por Downtown. Desayunamos en un Dunkin´Donuts´por unos 4$ (chocolate, zumo en brik y un donuts relleno), con esta dieta se gana peso seguro, (hay que controlarse). Tened en cuenta que en USA hay que dejar propina. Un 10% del precio total. En algunos lugares ya te lo especifican en la cuenta si ya está incluído en el monto total, si no pone nada es que tienes que aportar a más el 10% de la cuenta.

Yo ya estoy mala de la garganta. Entre el frío del avión y la ventolera de ayer en el Empire State me da una amigdalitis que me acompañará el resto de mis vacaciones. En una farmacia pude comprar antiinflamatorios de 200mg (en España son de 600 mg) y anestésicos es forma de caramelos... en fin, es un viaje y hay que estar en pie a las duras y maduras.




Vamos en metro hasta la parada Rector St. en Downtown. Paseamos orillamar hasta el  Battery Park y ya vemos la cola para el ferry que va a la isla de la Estatua de la Libertad (11,5$). Como teníamos por lo menos para una hora de espera pasamos a la segunda opción. Si seguís caminando por orillamar (dejando el agua a vuestra derecha) vais a dar a una gran estación de ferry: la terminal de Whitehall donde está la naviera Staten Island Ferries. Es una línea regular de pasajeros que va de Manhattan a Staten Island cada 30 minutos, pasa delante de la estatua de la libertad y es gratuita. Podréis ver la Estatua más o menos cerca, según se acerque el maquinista y una vez es Staten Island debéis salir del ferry y volver a entrar si queréis volver a Manhattan.




Caminando al salir del ferry, hicimos un gran recorrido (a nuestro ritmo) a lugares y edificios de interés:

* El toro: Está entre Broadway & Whitehall St (Bowling Green). Dicen que representa el optimismo de/en Wall Street.



* La bolsa de Wall Street: antes se podía entrar en el interior del edificio, pero recientemente prohibieron la entrada a visitantes. Está en la 11 Wall St entre Nassau St y Broadway Ave. 













* Banco de la reserva federal: Está cerquísima del edificio de la bolsa (33 Liberty St. entre Nassau y William St.). Hay que reservar las visitas guiadas con antelación http://www.newyorkfed.org/aboutthefed/visiting.html),y como nosotros no la habíamos previsto, no la reservamos y así no pudimos ver todo el edificio por dentro, sólo la gran bóveda central.


* Iglesia de la Trinidad (esquina Broadway&Wall Streets): está cerca del edificio de la bolsa y es un pequeño reducto de árboles y calma (con su cementerio) en plena gran manzana.

 * World Trade Center: el recinto está vallado y con máquinas trabajando. Los locales de los alrededores tienen fotos en las paredes del 11S... un sitio para reflexionar.



* De compras: además de la multitud de centros comerciales Macys repartidos por toda la gran manzana yo destacaría el Century 21 en el 22 Cortlandt Street,  (entre Church y Broadway), es como un outlet de varios pisos, donde puedes encontrar prendas de DKNY y CK a precios más que razonables. Ni que decir tiene que nos volvimos locos y compramos más de lo que debiéramos, incluidos los regalos de navidad.


* Puente de Brooklyng: empieza enfrente al City Hall (ayuntamiento) y se puede cruzar y disfrutar de las vistas en unos 30 minutos. Nosotros nos conformamos con verlo desde Manhattan y sacarle unas fotos.


Cenamos en la zona de Little Italy, en un restaurante llamado Sophia´s por unos 50$.


30 de octubre

Hoy toca la zona de Middletown. Lo primero que hacemos es ir a Times Square. Allí tenemos pensado comprar entradas "outlet" para algún evento que queden libres para esta noche. La taquilla está justo al lado de la entrada del hotel Marriot y ya hay una cola de unas 100 personas delante cuando llegamos. Hay que ir temprano para hacer la cola y cuanto más lejos estés de la taquilla menos posibilidades hay de escoger obra, hora y localizaciones. Cuando nos toca nuestro turno hay tickets para "los Miserables" y para "El fantasma de la ópera" (que por supuesto elegimos). Cada entrada nos salió por unos 50$. E iremos a verla en la sesión de las 8p.m. al teatro Majestic (247west 44th st).

Aprovechamos el resto del día para pasear por esta parte de la ciudad:

* Times Square: igualita que cuando la vemos en fin de año por la tele; te da la sensación que ya has estado antes ahí. 



* 6th y 5th avenida. La cantidad de tiendas que hay e incluso gente que compra en ellas llama la atención. Por supuesto indico una de la grandes, jaja, el edificio de Zara que tenía las cosas 3 veces más caras que en España. Entrar en Tiffani´s es gratis aunque debo decir que debíamos tener cara de pobres porque ningún dependiente se acercó a preguntarnos se queríamos algo...



* Rockefeller Center: En la 5 ave & 52st. Con su pista de patinaje en funcionamiento y sus 19 edificios comerciales y de comunicaciones, te dan la posibilidad de hacer un tour o subir a alguna de sus terrazas; nosotros como ya habíamos subido al Empire State nos dedicamos a pasear por la manzana exteriormente, pero si queréis hacer un tour las reservas se hacen en la página  http://www.rockefellercenter.com/  .

* Edificio de Las Naciones Unidas: Queda en la 1 ave con la 46 St. Ellos explican que es un terreno de todos los países constituyentes, por lo tanto estábamos como en casa. Hacen visitas guiadas por dentro del edificio; tuvimos que esperar más de una hora para la visita en español. Para entrar se toman bastantes medidas de seguridad, hay que dejar bolsos y mochilas en taquillas y pasar por detectores de metales. La visita guiada duró unos 50 minutos y van explicando la historia de la organización y de diferentes salas y obras de arte del edificio. Una vez más tienes la sensación de que ya has estado allí antes, porque sus salas de reuniones a menudo salen en la tele. Las entradas nos costaron 15$ cada una. Personalmente me gustó mucho.


Después de salir de la visita de ONU comimos un perrito en uno de los puestos de la calle. No sé si era bueno o malo, la cosa es que era el puesto que tenía una cola razonable de gente esperando, así que ni nos lo pensamos. 5$ nos costó cada uno, aunque en general el precio de la comida tiene precios bastante altos, para lo que estamos acostumbrados. Excepto, a mi parecer,  los puestos de fruta (que hay por la calle, como los de los perritos), que por 1$ tenías 2 piezas de fruta (grande y con buena pinta) a escoger.

Como guinda para terminar el día nos fuimos a la función de teatro. La gente no iba muy arreglada y el teatro no era tan grande como me esperaba, pero estaba completamente lleno. Nuestras localidades nos dejaban ver el escenario completo, aunque no todo el teatro (lo digo porque en un momento de la función se desarrolla fuera del escenario y no lo vimos). Pero debo decir que ha sido simplemente espectacular y sin dudarlo volvería (y por supuesto lo aconsejo).

31 de octubre

Hoy es día de regreso a Washington, así que sólo tenemos medio día par ver lo último que queremos: Central Park y el Metropolitan. Como para ir al museo (desde el hostel) tenemos que cruzar el parque, ya aprovechamos para verlo dando un paseo. Queda en la 5 ave, y abre a las 10:00 a.m. La entrada me costó unos 8$ porque presenté el carnet de estudiante ISIC y me lo aceptaron, si no, el precio es de unos 20$. En lugar de entrada, nos dieron una chapa naranja para colgar en la ropa... me pareció novedoso.




El museo en sí ... es cierto que tiene multitud de piezas (de otras culturas) en las diferentes salas, pero no resultan tan espectaculares como con las colecciones que puede haber en sus países originarios. 


Así que intentando aprovechar el día al máximo decidimos acercarnos a probar suerte en el Moma (11 west 53 St). Cuando nos damos el paseo y llegamos: ¡estaba cerrado! cierra todos los miércoles... está claro que hoy no es día de museos, así que nos dedicamos a esperar el autobús por la zona (Penny Station) tomando batidos y otras bebidas muy azucaradas, jeje...

El bus salió sobre las 4p.m y llegamos sobre las 9 p.m. a Washington. Nuestro anfitrión nos estaba esperando y fuimos a descansar para la gran caminata del día siguiente.

Washington D.C.

1 y 2 de noviembre

Washington D.C. es la capital de los EE.UU. Su ubicación y creación fueron planificadas para que fuese la capital permanente del país; así que como cabe esperar es una cuidad de calles amplias, abundantes parques y jardines y bastante plana y cómoda de caminar.

Para visitar D.C. lo que se necesita es un calzado bien cómodo y prepararse para andar mucho. Aunque hay metro, los monumentos se encuentran más o menos en la misma zona y queda tan lejos desplazarse a una parada de metro como acercarse al siguiente monumento así que no merece la pena otra cosa que caminar.

En dos días y a nuestro ritmo fuimos disfrutando con calma de esta ciudad. La mayoría de sus puntos de interés ya los habremos visto en alguna película y aún así cuando lo ves en vivo y en directo no puedes reprimir decir: ¿estoy aquí de verdad?

Nuestros puntos de visita fueron:

* El Capitolio: la entrada es gratuita pero es obligatorio reservarla con antelación (vía web) o el mismo día en las casetas habilitadas; te dan una hora de acceso y tienes que estar al menos 20 minutos antes para hacer la cola, pasar el escáner y demás requisitos de seguridad. La visita es a través de un tour guiado.





* La Corte Suprema: muy cerca del Capitolio por la parte de atrás. 

* La Casa Blanca: aunque había visitas organizadas por el interior (solicitadas con bastante tiempo de anticipación) nosotros nos conformamos con verla por fuera. Dar media vuelta alrededor de la valla nos llevó más de media hora, y hay policía que impide que te acerques varios metros a la valla, incluso para sacar fotos.

Museo del Aire y del Espacio: La entrada es gratuita. Contiene una gran colección de aviones de diferentes épocas y hay réplicas (y piezas reales) de aparatos de vuelo espacial. Estaba lleno de gente, sobre todo de familias con niños.

* Monumento a Washington: es el gran obelisco blanco situado practicamente en el medio de National Mall, y que se puede ver desde casi cualquier punto (por su gran altura).


Memorial a Lincoln: en forma de templo griego, con grandes columnas de granitos y en cuyo interior se encuentra una gran (y famosa) estatua del presidente A. Lincoln.

Monumento conmemorativo a los soldados: a ambos lados del memorial a Lincoln se encuentran los monumentos a los soldados de Korea y de Vietnam. Ambos impresionan por la expresividad de sus esculturas.

Museo Nacional de historia natural: también llevado por la administración smithsoniana es un museo con animales disecados. Lo que más me gustó fue una exposición temporal de fotografía de National Geographic sobre "momentos" de la vida salvaje.

Washington es una bonita ciudad para disfrutar paseando y también comprando (en sus grandes centros comerciales). Además de estos monumentos también hicimos un recorrido en coche, viendo por fuera el Pentágono y la Universidad de Georgetown.

3 de noviembre

Es día de regreso, así que pasamos todo el tiempo posible con nuestro anfitrión hasta que cogimos nuestro avión, que salía a las 19:00horas. Estuvimos con tiempo suficiente de antelación en el aeropuerto para hacer todos los controles con calma. El vuelo a Madrid llegó a las 7:30 a.m. (teniendo el cuenta el cambio horario) del 4 de noviembre y a las 11:00 a.m. ya estábamos en casa.


CONSEJOS ÚTILES

* Depende de la época del año, pero a finales de octubre ya empieza a hacer frío por lo que hay que llevar alguna pieza de abrigo. 

* dejad escaneadas en vuestro correo electrónico copias de vuestros documentos: DNI, pasaporte, partida de nacimiento, tarjetas de vuelo, entradas... por si perdéis/ os roban los originales serán imprescindibles para solicitar una nueva documentación. Así podréis imprimirla en cualquier lugar. También es muy importante llevar anotada la dirección de la embajada de vuestro país y su teléfono por si surge cualquier imprevisto.

* Lo que más me llamó la atención fue el viento que hacía en NY en la zona de los rascacielos. La gente de allí nos decía que era por los propios edificios, que canalizaba el viento y hacía que fuese más fuerte por la calle...

* En ocasiones sientes como si ya hubieses estado antes allí: sus taxis amarillos, la estatua de la Libertad, el Capitolio... aparecen en numerosas películas y hacen que te resulten familiares.

* Siempre que podáis reservar con antelación las entradas a los lugares de interés, os ahorraréis tiempo. 

* En NY hay puestos de comida en la calle, de perritos y sobre todo los que yo aconsejaría los de fruta, a precios muy razonables y de buena calidad.

* Para subir al Empire State hacerlo a las horas del atardecer, así veréis de día y de noche (además de la puesta de sol) la Gran Manzana y las mismas horas aconsejo para acercarse al puente de Brookling. 

* Para sacar dinero no hace falta que os lo llevéis desde casa, y se puede sacar desde cajeros americanos sin problema (con su correspondiente comisión), o se puede pagar con tarjeta en prácticamente todas partes.

* Para las compras hay multitud de centros comerciales donde os podéis volver locos por la cantidad y los precios. Las marcas americanas además están a mucho mejor precio que en España (DKNY, Calvin Kleim Thommy, Converse...) osea que si compráis estas marcas allí y en rebajas o en un oulet podéis conseguir auténticas gangas.

* Además de ropa, también os podéis comprar la última tecnología a un precio mejor que en España. 

* En restaurantes y bares hay que dejar el 10% de propina de la cantidad del ticket.

* si podéis, acercaros a cualquier espectáculo de Broadway, de ballet o de basquet. Se pueden conseguir entradas a precios razonables en el mismo día.

* Llevaos un pequeño botiquín con analgésicos o antiinflamatorios básicos. Si bien es cierto que hay muchas farmacias en USA, sus productos son bastante diferentes a los nuestros en cuanto a principios activos y/o cantidades. Pagar un médico allí puede resultar muy caro así que si sois de los previsores es mejor viajar con un seguro médico privado para los días que estéis de vacaciones.

martes, 25 de septiembre de 2007

... consejos para viajar a Isla Mauricio

La República de Mauricio es una pequeña isla situada en medio del océano Índico. Lo exótico de su localización,  su  lejanía,  su buen clima y las fotos de sus paradisíacas playas hace que sea un destino típico de vacaciones, sobre todo para lunas de miel.

Aquí os dejo algunos consejos que pueden seros de utilidad a la hora de preparar vuestro viaje a la Isla Mauricio.


  • En isla Mauricio hace buena temperatura. Son más altas en sus meses de verano (diciembre a marzo) pero es un buen destino para todo el año.
  • En principio la mayoría de los países no necesitan un visado previo para entrar en Mauricio, de todos modos consultad las páginas oficiales por si pertenecéis al reducido grupo de los que necesitarían.
  • Normalmente la gente viaja con paquetes cerrados de todo incluido, de todos modos aconsejo comer o cenar al menos una vez fuera del hotel para probar comida típica mauriciana. En general los resorts cocinan para los gustos de sus clientes, perdiendo a veces el encanto de su cocina tradicional.
  • Aunque los hoteles son idílicos y hay gente que se conforma con pasar toda su estancia allí dentro, se puede hacer alguna que otra excursión por poco dinero. Si cogéis excursiones desde el hotel serán más caras, así que conviene ir hacia algún pueblo y alquilar un taxi o un coche con conductor (pactar con antelación un precio).
  • Aunque el viaje hasta allí resulte muy caro, el día a día tiene precios razonables fuera de los resorts.
  • Se conduce por la izquierda y hay que llevar el carnet de conducir internacional.
  • No hay enfermedades endémicas y no hay que vacunarse para ir, de todos modos hay que llevar loción repelente de insectos.
  • Las clínicas públicas son gratuitas.
  • Para sacar dinero, los cajeros te dan la posibilidad de elegir idioma inglés o francés y la moneda oficial es la rupia.
  • Las compras más típicas y propias de la isla son especies, frutas, ron, azúcar y té. Se puede comprar en supermercados locales o en centros comerciales de las afueras (el jumbo es muy conocido) con precios muy razonables (p.e. el ron con vainilla a unos 5€ al cambio).
  • Para vuestras compras tened en cuenta que Mauricio es una isla pequeña, por lo que la mayoría de las materias primas o incluso los souvenirs vienen de fuera (sobre todo de Mozambique). Antes había una fábrica de marcas americanas exclusivas por lo que la gente compraba a buen precio, pero esas fábricas están cerradas por lo que ahora lo que se venden son falsificaciones. Se debe de regatear.
  • Por el mismo motivo, falta de materias primas puede haber cosas deterioradas que tardarán en ser sustituidas, por ejemplo, a pesar de estar en el 5* de Port Louise se me estropeó la puerta del baño (la abrieron de una patada) y así se quedó hasta que viniera una nueva del continente.
  • Al estar en el hemisferio sur, la luna está al revés, en forma de U (en menguante), y por el efecto Coriolis el agua en el sumidero gira en sentido contrario a las agujas del reloj… quizás es una tontería pero no puedes evitar comprobarlo al menos una vez.
  • Las playas son increíbles, con arena blanca que no quema (dicen que es por su composición coralina) y al estar rodeada de una gran barrera de coral apenas hay olas. La temperatura del agua con una media de 27ºC y color turquesa... aún así tiene una pega, es tan calcárea que cuando sales te queda una capa blanca de salitre sobre la piel bastante espesa.
  • Aunque en fotos y postales se ven palmeras, no son propias de la isla y si las hay es porque las han traído de fuera para los hoteles. 
  • Es una isla preciosa y un buen destino para unas vacaciones tranquilas. De todos modos para mi gusto está demasiado lejos y se puede encontrar un destino más cercano que nos ofrezca la misma tranquilidad y exclusividad.


Si quieres saber más sobre mi viaje a isla Mauricio, hoteles, qué ver y otras cosas de interés pincha aquí.

domingo, 23 de septiembre de 2007

... de Isla Mauricio



La República de Mauricio es una pequeña isla situada en medio del océano Índico. Lo exótico de su localización,  su  lejanía,  su buen clima y las fotos de sus paradisíacas playas hace que sea un destino típico de vacaciones, sobre todo para lunas de miel.


Fuente mapa: http://bluelagoonmauritius.com/
Mi paso por esta isla no fue de vacaciones, y ni siquiera iba acompañada, por lo que mi recuerdo no es tan bucólico como el que les puede haber quedado a unos recién casados.

Bueno, al grano. Además de playas, Isla Mauricio y las Islas Sheychelles, son puertos de carga y descarga de pescado congelado y elaborado con destino a muchos puntos del planeta. 

La compra de mercancía a un nuevo proveedor  hizo que mi empresa me pusiera en este peculiar destino por unos días.

El plan era el siguiente:

* 12 de agosto  casa – Madrid – Milán – Mauricio (Air Mauritius 258€ + 1374€)
* 13-18 de agosto Port Louise
* 18 de Agosto  Mauricio – Londres -  Madrid -  casa

Pero hubo modificaciones una vez estando  en la isla y la vuelta quedó:
* 26 de Agosto:  Mauricio – París – casa, (Air France con 943€ más)
(sumando sólo los vuelos da una cifra que impone, verdad?)

En algunos de mis vuelos me pasan anécdotas, y en este caso fueron en Milán donde la azafata de Alitalia no me permitía pasar mi maleta de mano del ordenador porque decía que pesaba 6kg, y me animaba a que llevase el ordenador (sin funda y sin cables por supuesto) en la mano… en fin, me costó mucho convencerla de que no era lógico lo que me pedía.

El viaje fue largo, entre los tránsitos y los vuelos, unas 23 horas, eso sí, me tocó siempre el asiento vacío a mi lado, por lo que pude recostarme (sin dormir) y ser la envidia de los pasajeros de mi alrededor que me decían “sei afortunatta”…

Mi avión llegó en hora al Aeropuerto Internacional Sir Seewoosagur Ramgoolam de Port Louise que está a unos 45 km de la capital (Port Louise). Los trámites  de aduanas son rápidos, y no es necesario tramitar un visado con anterioridad para entrar en el país. Lo único es que me pidieron que enseñara es el billete de vuelta y la reserva del hotel.

Allí en el aeropuerto hice mi primer cambio de moneda a rupias, su moneda oficial. Como tenía prisa, usé las casas de cambio donde se recogen las maletas, pero el cambio allí es malo, osea que es mejor sacar directamente de los cajeros que hay por el aeropuerto (y que están con la información en inglés).  En general la moneda está 1€ - 40 MUR (rupias mauricianas).

Para ir del aeropuerto a la ciudad me recogió el trabajador de nuestro proveedor en Isla Mauricio, Mr. Moore, un señor muy amable (por éso me permito poner su nombre). Evidentemente a mí el trayecto me salió gratis (a Mr Moore no, porque le pusieron una multa por exceso de velocidad…) pero hay taxis, transfers y autobuses hasta la capital. El precio medio de un transfer era de unos 30€ y del bus unas 16 rupias.  Las carreteras principales están bien (doble carril, buen asfalto) y los coches son bastante nuevos (por cierto, se conduce por la izquierda)… las carreteras secundarias, osea toda la costa, son estrechas y con muchas curvas (siguen el litoral).

COMUNICARSE

El idioma oficial es el inglés y a nivel comercial y turístico lo habla todo el mundo y no tendréis problema en comunicaros (ayudándose por el internacionalmente aceptado lenguaje de “gestos”). Pero el idioma más hablado por los mauricianos es el francés y el criollo. Al haber sido una colonia de diferentes países y estar habitada por gente de muchos orígenes, los mauricianos se desenvuelven bastante bien en varias lenguas, pero se nota que están más cómodos hablando francés (y la cantidad de turistas franceses deja patente ser su excolonia). 

De todos modos, al ser tan multicultural y de tantas procedencias, incluso me he entendido perfectamente con alguna gente hablando portugués (tienen Mozambique muy cerca y hay un gran intercambio comercial entre ambos países). La gente es muy amable en general y se esfuerza por entendernos.

Port Louise

Una mañana es suficiente para hacerse una idea de la capital mauritana. Cuando yo estaba, decían que Port Louise era única capital del mundo sin una discoteca. Por el día se ve una ciudad muy animada. Anochece muy temprano, sobre las 6 de la tarde, y después de esa hora la ciudad es como si estuviera muerta: no hay nadie por la calle y ¡nada que hacer! (Tranquilos, los resorts son diferentes y tienen todas las actividades necesarias para ocupar el tiempo de sus huéspedes).

En general es bastante seguro, sobre todo la zona centro, Caudan Waterfront y alrededores. No sentí peligro en ningún momento, aunque que me aconsejaron que “una europea” no anduviese sola por zonas no turísticas, y en consecuencia me quedé “recluida” en la zona centro y procuré moverme en taxi cuando no estaba acompañada (me salía a unas 350- 400MUR los trayectos).






* Mercado central de Port  Louise. Está lleno de gente autóctona, comprando frutas, verduras, especies y artesanía (sobre todo de Mozambique) que compramos los turistas. Hay que regatear por lo menos un 40%.





* Caudan waterfont. Es la zona recreativa por excelencia: restaurantes (incluso Mcdonalds), bares, tiendas, casinos, cines, un pequeño centro comercial. Si queréis comprar algo, lo más seguro que lo hagáis ahí, no por sus precios, sino por lo cerca que está todo y el ambiente hace un sitio agradable para gastar el dinero. De todos modos, hay que recordar que es una isla y la mayoría de los souvenirs vienen manufacturados del continente.



* Museo de Historia natural y la casa del Gobierno. Personalmente no es el tipo de museos que me guste, donde animales mal disecados cuelgan de las paredes y el techo, pero hay un esqueleto completo de un dodo (pájaro extinguido hace siglos, que sigue siendo el símbolo de la isla). Ambos edificios están muy cerca y todo el centro puede recorrerse a pie.



* Museo Blue Penny.  En el Caudan Waterfront. Es un pequeño museo para mi gusto, poco iluminado. No hay que perderse los sellos de 1 y 2 peniques. El enlace para consultar horarios y precios: http://www.bluepennymuseum.com/en/

Mi hotel

En Port Louise tenía reserva hasta el día 18 de agosto en el hotel Le Suffren,  el hotel típico para gente de negocios, bastante bien situado y de precio razonable (a 80€ aprox. la noche la habitación individual). Los desayunos en la isla son típicamente buffet continental: zumos, bollería, cereales, cafés, tés, frutas y que normalmente están siempre incluidas en el precio de la habitación. Bonito, bien situado y curiosa salida al centro por medio de un bote para cruzar el canal.




La idea del viaje era pasar todo el tiempo posible en el puerto pesquero con el proveedor, pero un retraso en la llegada de parte de la mercancía hizo que mi estancia en la isla se alargase casi una semana más… y me quedase sin hotel a partir del día 18. Diréis, pues vas a otro y listo, peeeero justo en esos días se celebró un congreso internacional de arquitectura y me costó una mañana entera conseguir una habitación cerca del Waterfront en Port Louise; al final acabé en la suit junior del hotel Labourdonnais Waterfront ***** por un precio de 125€ la noche. Bonito y de 5 estrellas, pero incómodo para mi forma de ser.


RESTO DE LA ISLA

Aunque se pueden contratar excursiones desde los hoteles, hay la opción de alquilar un coche o incluso un coche con chófer y ver la isla por tu cuenta. Es cuestión de negociar y ver qué se ajusta más a nuestras necesidades. Yo coincidí con otros españoles e hicimos los recorridos en un coche de alquiler (unos 25€ al día). Aunque es una isla donde no hay aglomeraciones de turistas a mí me gusta hacer las visitas siempre que pueda por mi cuenta.

* Sus playas. La isla está repleta de estupendas playas a lo largo de toda su costa. De arenas blancas y agua turquesa perfecta. Hay poca gente en ellas así que se puede disfrutar de diferentes playas sin agobios para poner la toalla. Si bien es cierto que hay playas de acceso privado hay muchas de acceso libre, donde se puede dejar el coche casi a pie de arena.




* Jardín Pamplemousses. Bonito y tranquilo jardín botánico cerca de la capital. La entrada ronda sobre las 200 MUR y hay la posibilidad de contratar a un guía. Para mí es mejor pasearlo por tu cuenta y como consejo hay que ir preparado con loción repelente de insectos (con la combinación agua y calor los bichos pican hasta hartarse).





* Gran Bassin. Lugar de culto para la (gran) comunidad hindú mauritana. Es un lago sagrado hecho en el cráter de un volcán con un templo y una gran estatua de Shiva. Es pintoresco ver cómo hacen sus ofrendas y encienden incienso. La entrada es libre y hay que descalzarse para caminar por el lugar.










* Le Morne. Es una península en la zona sudoeste de la isla con un peñón basáltico
lleno de cuevas que dicen que eran usadas por los esclavos fugitivos antes de que se aboliera la esclavitud. La zona es considerada como la de las mejores playas de la isla, y de hecho los hoteles más lujosos están en aquella zona con accesos privados. Reconozco que las playas son espectaculares, de arena blanca y agua turquesa de temperatura realmente increíble y con poca gente.



* Parque nacional Black River Georges. Con 2 microclimas y gran variedad de fauna. En la zona del mirador, hay monos malhumorados que aceptan sólo la fruta que se le ofrece.  Desde él se ve el valle y a la izquierda la cascada.











* Chamarel. Hay un par de miradores a diferentes alturas, ideales para ver sus cascadas con una caída de agua de hasta 90metros. También está la tierra de los 7 colores, que es un paisaje de dunas volcánicas sin vegetación y de colores ocres. Por aquella zona comimos en un restaurante exclusivo con helipuerto, el Chamarel restaurant con vistas espectaculares al parque y al mar (comimos 3 personas por 4000 MUR).


* Grand Baie.  Pueblo costero muy turístico. Tiene una amplia oferta de actividades acuáticas y también se pueden hacer compras de artesanía local.










Si quieres más consejos útiles para viajar a Isla Mauricio, pincha aquí