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miércoles, 26 de diciembre de 2012

... de la Patagonia argentina (Buenos Aires, Calafate, Chaltén, Ushuaia) y Torres del Paine (Chile)


Mi compañero decidió que éste sería el año para su viaje de larga distancia a la Patagonia. Nosotras sólo nos apuntamos a su plan, y ese fue el punto de partida para los preparativos. Compramos los billetes con bastante antelación: en febrero, cuando los vuelos serían en noviembre de ese año. Si los hubiésemos comprado sólo 4 meses antes nos hubiesen salido sólo unos 150€ más caros… pero los hubiésemos comprado a otro destino. En el mes de Julio de 2011 se despertó un volcán de Chile, que volvió caótica la navegación aérea en América del Sur, por lo que hacía “inestable” el futuro de nuestro viaje. Pero los billetes ya estaban en nuestro poder.

Planteamiento de viaje:
Con la Lonely planet y varias webs, hicimos nuestro recorrido

20 nov: vuelos España – Buenos Aires vía París. Volamos con Air France. (996€)
21 nov: llegamos a las 9am a Buenos Aires y volamos a Trelew a las 17h con Aerolíneas Argentinas ( 141€ aprox)
21-23 nov: Península Valdés
24 nov: vuelo Trelew- Calafate con AA (258€ aprox)
24-30 nov: Calafate- Chaltén- Calafate
30 nov: Calafate- Ushuaia con Lan (114€ aprox).
30nov- 3 Dic: Ushuaia
3 Dic: vuelo Ushuaia- Buenos Aires con AA (120€ aprox)
5 dic: vuelo internacional Buenos Aires- España vía París con Air france

Toda Sudamérica está muy preparada para el turismo “mochilero”. Ésta no sólo es una manera  económica de viajar y plantearte tu viaje a tu manera sino que es la forma ideal de interactuar con más viajeros en tu misma situación y de todas las partes del mundo. Europeos, australianos, norteamericanos… hostels, zonas comunes, oficinas de turismo, autobuses… son el punto en común de todos los viajeros, que hacen que nuestro viaje se enriquezca todavía más.

Por lo tanto, planeamos desde casa lo que íbamos a hacer cada uno de los días aunque únicamente habíamos contratado los vuelos (internancional y nacionales), los hostels  y una excursión sobre el glaciar en el Chaltén, porque lo aconsejaban algunas webs. Todo lo demás, lo fuimos cogiendo/ comprando allá (en el destino) a medida de nuestras necesidades. Buses, transfers, comunitarios, excursiones, taxis… el planteamiento y la facilidad de coger un medio de transporte en Sudamérica no se consigue en Europa. Desde los alojamientos llaman a touroperadores y tienes a tu disposición el medio de transporte que más se ajuste a los horarios y bolsillos.

Primeros días

Nuestro viaje comienza a las 18:00h del 20 de noviembre. Es domingo; con un miniavión y con las primeras anécdotas llegamos a París (CDG). Como es costumbre en los viajes de ida, nunca facturamos el equipaje para evitar pérdidas que nos fastidien la estancia. Mi mochila con 8kg ha sido suficiente para llevar todo lo necesario para 17 días de aventura y 2 climas, primavera de Buenos Aires a 25ºC y primavera austral a unos 10ºC de media.

Tres horas de tránsito y sale nuestro vuelo internacional destino Buenos Aires. Habíamos reservado los asientos de salida de emergencia (desde la página web y con tanta antelación…) , pero lo grande que fue nuestra sorpresa cuando nuestros asientos eran la fila posterior a la salida de emergencia; total, volamos embuchados en unos minúsculos asientos en un avión viejísimo durante 12 horas… air france no es como lo recordaba.

Como no duermo nunca en los aviones, y como no funcionaba mi pantalla de tv, el viaje se me hizo largo. Pero llegamos en hora a BA 

Buenos Aires

Del aeropuerto internacional a el Aeroparque (que es de dónde salen los vuelos nacionales en Argentina) hay que coger transporte por tu cuenta y cruzar la ciudad. Entre 1 y 4 horas dependiendo del tráfico de la capital (hay que tenerlo en cuenta a la hora de entrelazar vuelos, y dejar tiempo suficiente para no perder los vuelos internos).
No teníamos tiempo que perder porque nuestro vuelo a Trelew previsto para las 17h, nos lo cambiaron una semana antes de la salida a las 14:30h. Aconsejo reconfirmar vuelos y horarios varias veces y 48h antes sin falta, porque es común que le cambien los horarios o se cancelen.

En el aeropuerto de BA en la zona de recogida de maletas hay casas de cambio. El cambio no es bueno, pero su estratégica situación y las prisas que tengan los viajeros hacen que las uses con frecuencia. Como no teníamos tiempo y teníamos que coger un bus, cambiamos pesos allí. Aquí 1€_4,6 pesos argentinos. Mal cambio, pero nos daríamos cuenta después.

Justo al salir de la zona de recogida de las maletas lo primero que aparecen son las agencias de buses, transfers e información. La compañía que hace el viaje entre aeropuertos es MTL (miguel tienda león). La lonely tarifaba el billete en 45 pesos, pero la realidad es que nos costó 65 pesos. Ahí fue el comienzo del desfase que arrastra la lonely, unos 15-20 pesos como mínimo, todo más caro.
Si se tiene tiempo podéis intentarlo con bus urbano, 2, 4, 5 pesos argentinos  según trayecto, pero hay que tener monedas cambiadas, no valen billetes.

Llegamos sobre las 11 a.m. al Aeroparque, hacemos cola para facturar nuestro vuelo a Trelew y ¡sorpresa! Vuelo cancelado por cenizas volcánicas. Primer batacazo a nuestras vacaciones.
Nos ponemos a la cola de la oficina de aerolíneas en busca de la solución y tras bastante tiempo de espera y con mucha suerte nos reubican en un vuelo al día siguiente directamente al Calafate, después de cancelarnos también el vuelo Trelew- Calafate.

Consecuencias: 2 días perdidos, buscar alojamiento en Buenos Aires para ese día, 2 vuelos cancelados, petición de reembolso de vuelos (con las vueltas que eso supone) y dejar de hacer lo que más ilusión me hacía, ver las ballenas y los pingüinos y bucear con los lobos marinos.

Cogemos una noche en el hostel Ayres Porteños y esa tarde aprovechamos para pasear con calma por BA: zona de San Telmo y Plaza de Mayo, y probamos por primera vez la carne y la pasta de tan reconocido prestigio (210 pesos entre los 3).


El martes 22 

Vamos temprano al Aeroparque por nuestro vuelo de las 9:00 con destino a Calafate. Estaba lleno de cámaras de tv, y efectivamente vuelve a haber retrasos y cancelaciones por culpa de las cenizas. Nuestro vuelo se va retrasando poco a poco, sin ninguna información por parte de aerolíneas. Achacan todo a las cenizas volcánicas pero lo cierto es que los rumores dicen que también se trata de una huelga encubierta de uno de los 7 sindicatos de aerolíneas. No sabemos qué fue, pero lo cierto que los vuelos de LAN despegaron toda la mañana, pero los de Aerolíneas no. A las 14h, sale nuestro vuelo. Por fin, empieza realmente nuestro viaje.

Calafate

Para llegar a Calafate tuvimos que hacer escala en Ushuaia. Sí, habéis leído bien. El vuelo duró unas 6h porque primero fue a Ushuaia y luego volvió a subir a Calafate. Ahí vimos la suerte que tuvimos de conseguir billetes en ese avión en el que estábamos, porque había otros turistas que le cancelaron su viaje a Iguazú y con ropa de verano acabaron en Ushuaia.

Cuando llegamos a Calafate, llovía tanto y hacía tanto aire que me dieron ganas de llorar. No podía ser que también nos acompañase el mal tiempo.

Para llegar del aeropuerto a la ciudad (está a unos 25km aprox) hay la opción del bus por 33 pesos cada uno o los taxis a 100 pesos. Como éramos 3 ni lo pensamos, cogimos el taxi que nos dejó en la puerta del hostel. Allí nos alojamos en I keu ken. Sólo tengo buenas palabras para ellos. Un sitio agradable y con unas vistas espectaculares del lago Argentina, el más grande del país. Desde el hostel organizamos todo para los siguientes días. Como ya dije antes, la oferta es prácticamente la misma, porque tienen acuerdos con operadores y los precios están pactados, por lo que no merece la pena patearse la ciudad buscando un precio mejor o alguna oferta diferente, ya que al final todos vamos con la misma mayorista.
Era ya de noche, pero reservamos sitio para el día siguiente para ir a la excursión del "Perito Moreno" en un bus con guía que nos recogería en la puerta del hostel. Nos costó 170 pesos, más 100 pesos la entrada al Parque Nacional. Las entradas a los parques siempre son aparte de los precios de las excursiones y en este momento están en 100 pesos. Estáis avisados.

El tiempo en la Patagonia es impredecible y sus habitantes te aconsejan que si amanece bueno, hagas lo máximo posible ese día porque al siguiente puede llover. Es más, lo más seguro es que haga mal tiempo, así que no dejéis de hacer cosas por el mal tiempo, porque si no habría que esperar un mes para que salgan días buenos.

Día 23 de noviembre

 Amaneció soleado y apenas sin viento. Nos decían que éramos afortunados. Salimos a las 9am y en 1h y media tuvimos la primera vista del Perito Moreno. Nos dieron la opción de coger un barco por 70 pesos ó 17 dólares que nos acercaba a la cara Sur del Perito. Y aceptamos la turistada. Merece la pena salir a cubierta aunque haga frío. El barco se va parando y te da la opción de hacer fotos y con suerte ver algún desprendimiento. Tengo que decir que aquí la funda de mi cámara salió volando, fue una contribución a la Pacha Mama*. En ese momento el Perito toca tierra. Pasa cíclicamente cada 2 ó 3 años, hasta que se acumula tanta agua en la cara Sur que la presión hace que se rompa. Calculan que será en marzo de 2012, y seguro que saldrá en las noticias.





Para ver el Perito hay un sistema de caminos vallados donde es imposible perderse o saltárselos involuntariamente. Incluso hay ascensor para sillas de ruedas que bajan hasta los miradores centrales.  La mayoría son escaleras, así que armaos de paciencia y visitad con calma los miradores a distintos niveles. Cuando conseguíamos alguno sin gente, el silencio hace que la “postal” sea espectacular. Hay un restaurante con precios astronómicos (los baños son gratis), así que aconsejo llevar comida y disfrutarla con la vista del glaciar. Aviso que toda la basura hay que llevarla de vuelta al hotel, no encontrareis papeleras en ningún sitio, (como es lógico en el parque natural).

Cuando estábamos volviendo para coger el autobús, nos paramos un momento justo delante del perito y le dije en alto “después de quedarnos sin ver ballenas merecíamos un desprendimiento no?” y a los 3 minutos un gran crujido y plash, un gran desprendimiento justo delante de nosotras… 

A la vuelta al hostel I keu ken nos coincidió con noche de asado; Dos veces por semana por 65 pesos hacen una “barbacoa” completísima de carne y ensaladas y ahí pudimos conocer a otros viajeros. En I keu ken tienen mucha gente de habla inglesa, hispanohablantes sólo éramos nosotros 3, por lo que tuvimos que chapurrear bastante para charlar con unos escoceses y unos norteamericanos.

Chaltén

Día 24 de noviembre

 Desde el hostel I keu ken nos reservaron autobús para ir al Chaltén al día siguiente. Por 180 pesos (i/v) cogimos el bus de las 8 am en la céntrica estación (a unos 10 minutos de nuestro hostel). Dejamos el equipaje que no íbamos a necesitar en el hostel del Calafate. El viaje dura una 3 horas aprox, la mitad por carretera asfaltada y la otra mitad por carretera de ripio. Antes de entrar en el pueblo del Chaltén, nos pararon en la caseta de la guarda- información del Parque Natural y nos informan de las rutas, qué hacer y qué no hacer, y lo más importante la previsión meteorológica. Hoy está lloviznando, y esperan que el único buen día sea el 25, osea que hacer todo lo posible ese día.

Nuestro hostel aquí es Koonek, casi al final del pueblo (respecto a la estación de autobuses). Muy tranquilo, calefacción, baño propio con secador y aquí, sin ningún desconocido con quien compartir habitación ( a 60 pesos la noche).

Para aprovechar la tarde y aunque llueve decidimos comprar para bocatas (unos 50 pesos para los 3) y hacer las rutas más pequeñas. Aquí las distancias te las dicen en tiempo, que por supuesto no tienen nada que ver con el tiempo real que puedo tardar yo. Vamos 1º al mirador los Cóndores donde comemos, después al Mirador Las Águilas donde tuvimos que irnos corriendo porque empezó a llover fortísimo y por último al Chorrillo del Salto (muy bonito) donde la lluvia no nos perdonó y con el viento helado yo cogí el catarro que me iba a acompañar el resto de las vacaciones. Mi compañero cambió el Chorrillo del Salto por la Loma del Pliegue Tumbado, allí encontró nieve y un sendero poco visible. En una tarde se pueden hace las 3 rutas antes que anochezca y a un paso normal (no experta en trekking).

Día 25 noviembre. 

Para este día teníamos reservado desde España sitio en el campamento Agostini para hacer la "caminata por el hielo" en la Laguna Torre al día siguiente, pero “sorpresivamente” nos llamaron para informarnos que se ha cancelado la excursión por un desprendimiento… debe ser la primera vez en años que pasa ésto. Otra vez cambio de planes.

Así que decidimos hacer un recorrido alternativo para caminar lo máximo posible porque era el día que “mejor clima” se esperaba. Cogimos un bus por 50 pesos hasta el hostal el Pilar y desde allí partiríamos para hacer el máximo recorrido hasta volver al Chaltén. La mañana fue muy desapacible, de hecho estuvo nevando varias horas… sí, nevando. Afortunadamente esas horas de caminata fueron por un bosque de lengas que nos hacía de cortavientos y cortalluvia. Las vistas de la mañana… no fueron. En el mirador de Piedras Blancas vimos un gran fondo blanco y todo el camino fue así hasta el desvío de la Laguna de los 3.
Mi compañero decidió subir a la Laguna de los 3, la más dura de todo el recorrido, con mucho desnivel, nieve hasta la rodilla y muchísimo viento. Quedará como reto personal conseguido porque arriba estaba helado y con la niebla no se veía nada alrededor. Nosotras seguimos por el sendero de las lagunas Madre e Hija hacia la Laguna de la Torre. Aquí el tiempo empezó a mejorar (al menos dejó de llover) y empezamos a disfrutar del paisaje.

Todo está bastante señalizado y es difícil perderse. En el mapa ponía ese trozo en 2 horas aprox, pero nos llevó 3 y éso que habíamos elegido el sentido que era gran parte cuesta abajo, sino hubiésemos tardado 4 horas. Después de esas 3 horas, se llega al siguiente cruce y desvío con 2 posibilidades, ir a la laguna Torre (una hora) o volver a Chaltén (2,5h). Como ya lo teníamos decidido, pues nos fuimos hasta la Laguna Torre. Para llegar allí, se pasa por el campamento Agostini… nuestro punto de descanso si no hubiesen cancelado la excursión por desprendimiento. Al llegar a la laguna todo estaba muy encapotado y hacía mucho frío. Yo, lo reconozco, ya estaba con los ánimos y energías justas para el camino de regreso, y el frío no me dejó disfrutar del lugar como se merecía. Allí destaca el silencio, la gente va llegando y marchándose en silencio (debe ser el cansancio). Hay la posibilidad de ir rodeando el lago por un camino muy pedregoso para mi gusto, que da una visión un poco más cercana del glaciar, si llegas al extremo. Sinceramente, se puede decir que sirve como reto personal, pero no aporta mucho más que la vista del principio del camino. 

Yo decidí volver sola sobre las 16,30h. Con una pastilla de glucosa comencé sola el regreso al Chaltén: me quedaban al menos 3 horas de vuelta, mientras mis compañeros esperaron un rato a ver si las nubes levantaban y nos permitían ver el Fitz Roy.
A la vuelta parecía que todas las nubes estaban en la zona del lago, porque el resto del camino me acompañó el sol. Os parecerá increíble, pero un poco de sol hace que el recuerdo del lugar sea espectacular. Y definitivamente quedó claro que el sentido perfecto para hacer la ruta es Chaltén-Laguna Torre y no al revés (como la estaba haciendo yo); cuando vayáis y veáis las vistas (si las nubes y viento lo permiten) lo entenderéis. A eso de las 8 de la tarde, las nubes del cerro Torre empezaron a levantar y pude disfrutar del Fizt Roy. Me paré un montón de veces para disfrutar del paisaje y sacar fotos e incluso paré un buen rato a esperar a que llegaran mis compañeros.  Cuando nos juntamos mi compañera me enseñó lo que le “costó” que descampase hoy: una grieta de lado a lado en una bota… para un viajero sus botas son sus mejores aliadas, comprar unas es arriesgarse a tener ampollas todo el camino… otra anécdota más a añadir a nuestra aventura patagónica.





Llegamos al Chaltén casi al anochecer, sobre las 9,30-10h de la noche, muy muy cansados. En total unos 38km en una sola jornada, no está mal verdad? Cenamos carne (repitiendo restaurante) y solo quedaron fuerzas para quejarnos hasta meternos a dormir.

Día 26 de noviembre

Debido a la caminata del día anterior, nosotras nos levantamos tardísimo, ésto es, al mediodía. Mi compañero se levantó temprano y fue a hacer la caminata que le quedaba pendiente Chaltén- Laguna Capri- Mirador Piedras Blancas. Nosotras nos lo tomamos con calma y cuando todo el mundo estaba regresando de las caminatas (y después de intentar reconstruir la bota con pegamento fuerte), nosotras decidimos salir hacía la laguna Capri. Si hace buen tiempo dicen que desde ahí se ve el Fitz Roy. Menos mal que no madrugamos, porque la niebla volvió a hacer que el paisaje durante todo el día fuera un bonito fondo blanco, además de que no paró de llover todas las horas del recorrido. En la zona del lago hay un camping libre, donde te puedes quedar si llevas tu equipamiento, o si contratas una empresa (que ya tiene las tiendas montadas). No estaba demasiado lleno, unas 20 tiendas que no se pueden poner debajo de árboles grandes bajo “riesgo de caída”).
El sentido de la ruta era Chaltén- Laguna Capri- Chaltén, osea que el camino de vuelta sería el mismo por el que habíamos venido. Sólo que a la vuelta nos encontramos al lado del camino a dos pájaros carpinteros gigantes, que estaban buscando comida en los árboles caídos. Fue bonito, ni se inmutaron por que estuviésemos tan cerca de ellos.



Para cenar, cambiamos de restaurante y la verdad es que no acertamos. Yo pedí medio bife (entrecot de ternera) aunque es tan grande como una ración completa aquí e España. La verdad que la carne no tiene comparación con otro país.

Día 27 de noviembre

Para regresar al Calafate teníamos 3 opciones, coger el bus de las 7h , el de las 15:30h o el de las 18:00h. Decidimos madrugar y tener todo el día en el Calafate (ya que daban lluvia en el Chaltén y no íbamos a realizar caminatas para empaparnos y no tener dónde cambiarnos de ropa). La suerte es que justo delante de nuestro hostel, estaba la primera parada del bus (antes de ir a la “estación”). Como toda Latinoamérica, los asientos están numerados, así que no hay que correr para coger un buen sitio, pero sí estaba bien para librarnos de una caminata de recorrer el pueblo de punta a punta con las maletas.

Llegamos a Calafate sobre la 10:30 de la mañana. Volvimos a nuestro hostel I keu ken donde teníamos ya el resto de nuestra ropa, y usamos el día para comer con calma, hacer compras y por la tarde hacer una ruta a caballo. Tiene fama de ser más caro el Chaltén, aunque personalmente las cosas que compré estaban más caras en el Calafate, será cuestión de suerte y marcarse un precio tope. La ruta a caballo fueron apenas 1,5h, cerca del lago Argentina. Unos 200 pesos por persona. Los caballos estaban bien cuidados, limpios y sin heridas si no, no hubiese subido a “Batman”, un caballo que se paraba para comer unas flores amarillas siempre que las veía. Al terminar nos invitaron a mate y coincidimos con una familia argentina que nos contaron varias anécdotas, entre la que está en que si te ofrecen mate, tienes que aceptarlo (si no es como un desprecio), y beberlo aunque creas que está hirviendo.




A la vuelta del paseo, reservamos la excursión para el día siguiente (aunque era domingo por la tarde, allí los tour operadores funciona hasta las 20:00h) desde el hostel. Elegimos la “todo glaciares” por 440 pesos más los 100 pesos de entrada al parque (otra vez) con recogida a las 7:00h… seguimos madrugando.

Día 28 de noviembre

Nos recogen a las 7 menos diez de la mañana en el hostel. Antes de tiempo, por lo que no nos da tiempo de desayunar… como es de día completo, llevábamos los bocadillos comprados en la Anónima (por todos conocido como lo más barato de aquel país) que está a unos 5 minutos del hostel. Nos llevan al muelle y nos hacen esperar más de media hora al viento raso de por allá, junto con otros… 1000 pasajeros. Esa es la típica sensación que te viene cuando realizas las excursiones tipo “borrego”, mucha gente, caminos marcados, todos los tour operadores juntos, los barcos y catamaranes diferenciados por números para que no te confundas… en fin, pero es la única manera de ver los glaciares en un solo día, y es la única manera de ver algunos de ellos. Así que para nosotros no había alternativa.

También por ésto, los barcos y catamaranes están acondicionados para todo tipo de públicos: baños, asientos cómodos, cristaleras grandes, calefacción dentro, bar con almuerzo (caro, por supuesto). En la excursión que dura todo el día, te acercan al glaciar Upsala ( se ve a unos 15 km) ya que hace años que suelta tantos icebergs que es imposible acercarse más, aunque ellos venden la excursión como si “el capitán decidirá si se puede acercar más según las condiciones”; al glaciar Speguiaztini, que es el glaciar más alto, y repetimos Perito Moreno, aunque esta vez, por la cara norte. ¿Si es necesario hacerla…? bueno, si sobran días sí que lo recomiendo, pero desde luego disfruté más con la excursión del primer día de sólo Perito Moreno, donde puedes caminar a tu aire y dedicarle el tiempo que quieras a cada rinconcito.




Día 29 noviembre

Torres del Paine 

Nosotras reservamos el día anterior desde el hostel, la excursión “Full Day” Torres del Paine por 480 pesos. Eso significa que en un sólo día te llevan desde  Calafate a Chile, al parque nacional de Torres del Paine, te dan el recorrido en bus por el parque y te dejan hacer una pequeña caminata de apenas una hora. Normalmente la gente dedica al menos 2 días dentro del parque nacional chileno. Nosotras no disponíamos de ese tiempo, por lo cual ésa era la única opción de ver algo.
Pros: en un día te haces una idea general de la Torres y sus alrededores. Te llevan directamente a los lugares y vistas de interés y si hace mal tiempo, frío o llueve, algo muy probable, no lo sufrirás más que apenas 5 horas.
Contras: los que tienen los viajes encapsulados, te paran en la única cafetería del lugar a la ida y a la vuelta, te controlan los minutos y vas demasiado deprisa, y sólo estarás en el lugar 5 horas. No puedes pernoctar en el parque ni hacer ninguna excursión de subida a las Torres. Hay que sopesarlo dependiendo de las preferencias de cada uno y el tiempo disponible.

Bueno, para esta excursión hay que armarse de paciencia y grabarse a fuego en la conciencia que éste es un viaje, no unas vacaciones. Nos recogieron a las 5 a.m. en el hostel… vamos, que arrastrándonos hasta el bus hicimos las siguientes 4 horas por carreteras más o menos asfaltadas con un frío que pelaba (sin calefacción dentro nuestro bus). Pasamos la frontera (control de pasaportes, muy importante no olvidarse de él) y nos paran en el bar del lugar para cambiar moneda para pagar la entrada: 15000 pesos chilenos o 32$ americanos. Total a las 10 a.m. aún no estamos totalmente en el parque… sólo que tenemos mucha suerte. No llueve y no hace niebla, por lo que hemos sido agraciadas con el “décimo” del buen tiempo y seremos de los pocos turistas que esa semana han podido ver las Torres.


Eso sí, hacía un viento… no tenemos una foto de ese día donde no se vea una mata de pelo volando alrededor de la cabeza.
Hay que reconocer que el lugar es espectacular, vimos las Torres del Paine, Laguna Amarga, los Cuernos del Paine, los cerros, la laguna Grey, Macizo Grey y el centro de visitantes (un video de águilas y cóndores en inglés), todo ésto con un tentempié (regalo de la compañía de bus) de un medio bocata de jamón y queso, un agua, una chocolatina y una barrita energética: la comida de los campeones para un largo día en la montaña… osea, hay que llevarse la comida o comprarla en el bar de la frontera, si no os quedaréis sin comer. 


¿Si merece la pena ir varios días? si disponéis de ellos por supuesto que sí. Si no tenéis días suficientes yo me doy por satisfecha con mi “Full Day”.

Mi compañero no fue a Torres del Paine y en su lugar hizo la excursión Big Eye. Es una caminata de día completo sobre el Perito Moreno (por uno de los lados). A él le encantó y tuvo suerte porque no hubo problemas de plazas aunque la reservó el día anterior (también desde el hostel) . Si  es una de vuestras prioridades a realizar en Argentina y es en época de mucho turismo, pues recomiendan reservarla con alguna anticipación, para aseguraros la plaza.

Ushuaia

Día 30 de noviembre

El destino de hoy es Ushuaia. Cogimos un taxi desde el hostel al aeropuerto, que como lo compartimos con otro viajero nos quedó un poco más barato (70 pesos en total). Teníamos avión para las 10 a.m. pero salió con 30 minutos de retraso. Para salir del Calafate (en el aeropuerto) te hace pagar una tasa de 38 pesos, y sin el justificante de haber pagado no te dan la tarjeta de embarque, así que es imprescindible pagarla.

Mi llegada a Ushuaia fue todo un éxito. Nada más bajar del avión (13:45h), nos pidieron las tarjetas de embarque y  el pasaporte en la zona de recogida de maletas. En teoría es para asegurarse de dónde vienes y que no traigas frutas ni semillas en la maleta.  En algún punto entre esta sala y el taxi mi “pocket” rojo desapareció. Con él se fueron también el pasaporte, un pen drive, una tarjeta de crédito, la tarjeta sanitaria de España y unos 400€ entre pesos y euros. Pudo ser un extravío o un robo, el caso es que no apareció más.

Por éso aquí viene información importante para quien le suceda algo similar. Como el “extravío” se produjo en el aeropuerto, quien se tiene que hacer cargo de cursar la denuncia es la policía aeroportuaria. Aquí me cobraron 10 pesos por poner dicha denuncia. Pero no fue tan sencillo porque me mandaron 1º a la ciudad (los aeropuertos siempre están en las afueras) para que pusiera la denuncia en la policía nacional y ellos se negaron- vuelta al aeropuerto, de ahí al departamento de migraciones en la ciudad y de vuelta al aeropuerto para que por fin me pusieran la denuncia. Total, un buen dinero paseando y con el susto en el cuerpo.
También es muy importante tener copia de la documentación, un DNI, copia de la partida de nacimiento, todos lo documentos que acrediten que realmente eres quien dices ser. Por supuesto estos documentos tenerlos escaneados y guardados en vuestro correo electrónico, así podéis imprimirlos en cualquier lugar. Si tenéis copias en algún lugar de la maleta, que no hayáis extraviado, es más rápido. Yo como no tenía nada más, tuve que llamar a España para que me mandasen escaneada la documentación.
Es importante no perder la calma, y tener siempre a mano el teléfono de la embajada. Aquí ves lo importante de tener una embajada en un país de destino. Como trabajan hasta las 14:00h, después de esta hora hay que llamar a emergencias de la embajada (para mí lo era, era jueves y yo cogía el vuelo internancional el lunes siguiente)- ellos mismos te dan la extensión. Allí me dieron las instrucciones de presentarme en la embajada de España de Buenos Aires a las 8:00h de la mañana del lunes con el billete de avión (que tenía que coger esa misma tarde de lunes) y las copias de documentación (partida de nacimiento, DNI) y la denuncia de “extravío”. Como corría riesgo de perder el vuelo internacional, me atenderían de emergencias aunque no me aseguraban que diese tiempo a hacerme un nuevo pasaporte.

Osea, que me encontraba en el Fin del Mundo sin pasaporte y sin parte del dinero… sinceramente no me acuerdo bien de lo que hice el resto del día entre la preocupación y el susto se me ha borrado; lo que sí recuerdo perfectamente es que teníamos reservado en el hostel Antárctica y a mí no querían dejar registrarme (y darme mi cama) porque no tenía el pasaporte. Al final hicieron una excepción porque les enseñé la denuncia y con mi cara de preocupación (hubiese sido difícil llegar en los confines de la tierra sin un pasaporte, ¿no?)

El hostel está correcto. El desayuno es bueno y abundante y el comedor es grande y se puede cocinar bien. Tiene Internet y las zonas comunes están bastante limpias, con calefacción y agua caliente todo el día. Además te hacen la colada por 25 pesos. Las habitaciones es otra cosa. Son tan austeras que el suelo es de hormigón visto, los edredones están raídos y las puertas chirrían… lo curioso es que hay que salir al pasillo exterior para acceder a las habitaciones, y con el frío que hace por allí por no salir afuera, evitábamos ir al baño, jeje.

Día 1 de diciembre

Mis compañeros se fueron a buscar y contratar una compañía para hacer submarinismo. Yo sigo con mi supercatarro con mocos, por lo que para mí queda descartado. Hago un plan alternativo. Por la mañana me voy con una chica que conocí en el hostel (que se iba al día siguiente a la Antártida) a ver el Glaciar Marcial. Nos aconsejan ir en taxi hasta la entrada del funicular, porque nos advirtieron que últimamente atracaron a bastantes turistas, y como yo ya había contribuido suficientemente, decidimos no arriesgarnos. Nos costó el taxi 40 pesos. Y el funicular 50 pesos a cada una por llevarte hasta un tramo alto de la montaña y bajarte (aunque es posible hacer el camino andando). El glaciar está en claro retroceso, con lo que comparándolo con Calafate no es espectacular. Las vistas desde allí merecen la pena, se ve un poco la ciudad y la bahía, y además tuvimos suerte que el día estaba soleado.


Por la tarde yo cogí una excursión organizada para ir a la pingüinera. Como no estuvimos en punta Tombo (por culpa del volcán), para mí fue emocionante. La excursión se hace a una isla privada: 375 pesos más 45 pesos de entrada. Según dicen hay pocos pingüinos comparado con otras zonas del país, pero lo que llama la atención es que hay pocos turistas. Sólo se puede ir en grupos de 15 personas durante una hora, y hasta que un grupo de turistas no abandona la isla no puede venir el siguiente grupo, por lo que se hace una excursión  más o menos privada. Allí se ven los pingüinos Papúa, los Magallanes y tuvimos la grandísima suerte de ver un pingüino Real. Dicen que se debió perder y estaba ganando energía para regresar a la Antártida cuanto antes, ya que hay una hembra esperando a que vuelva si no, su cría se morirá.



También nos pararon en un lugar donde se ven los árboles bandera (por culpa del viento crece con formas extrañas).



El buceo de mis compañeros fue en el "Ushuaia divers". El equipo bien, el monitor muy bien y el trato estupendo. El precio fueron 740 pesos. Pasaron mucho frío a pesar del traje seco y las vistas fueron buenas, pero sorprendentemente dijeron que se parecían mucho a los fondos de las Rías Baixas…

Día 2 de diciembre

Este día lo dedicamos por completo a pasear por el Parque Nacional Tierra de Fuego. Tenemos la gran suerte que hace sol, y apenas  hace viento. Nos dicen que somos afortunados, los días como éste son pocos a lo largo del año (unos 20ºC). A pesar de eso, nosotros por si las moscas nos llevamos ropa de sobra (y luego tuvimos que cargar con ella toda la caminata).
Para llegar al parque contratamos desde el hostel el transfer “don Alejo” (85 pesos) y la entrada al parque Natural fueron otros 85 pesos.



El autobús nos deja en la oficina postal más austral del mundo (por lo que se puede mandar una postal desde ahí) que cobra por sellar el pasaporte 10 pesos.  La caminata fueron unos 14 km, bien señalados y con vistas espectaculares. Está bastante bien indicado y con árboles a lo largo del camino, por lo que estás algo protegido del viento y sol. Merece la pena disfrutar del silencio, de los animales (águilas, castores, multitud de pájaros…), de las turberas… lo recomiendo sí o sí.





Recordaros que es un Parque, por lo que hay que llevar comida y traer de vuelta los desperdicios.

El autobús te recoge al final de la R30 (recorre todo el país, por lo que hay que sacarse la foto junto al cartel); el transfer pasa a las horas impares, aunque a nosotros nos recogió a las 17:30h. A la vuelta cocinamos pasta en el hostel (la cena de los 3 fueron 52 pesos de supermercado) y no quedó ni un espagueti.

Día 3 de diciembre

Hoy regresamos a Buenos Aires. Es sábado y cogemos el primer avión de la mañana, que como es costumbre sale con algo de retraso. Nos vuelven a cobrar TASAS de SALIDA de 28 pesos a cada uno (de nuevo, si no pagas la tasa, no te dan tarjeta de embarque). A pesar de no tener pasaporte, no tengo problemas con el embarque, aunque tengo que enseñar la denuncia y la copia del dni.
De nuevo en Buenos Aires (Aeroparque), nos alojamos en el mismo hostel Ayres Porteños. Llegamos  en bus urbano (1,25 pesos cada uno)- recordaros que es importante tener cambiado, porque no admiten cambio ni billetes.

El día lo dedicamos a pasear por la calle Florida, que estaba llena de puestecitos para comprar bisutería, artesanía (sobre todo peruana), camisetas… un poco de todo para distraerse aunque reconozco que allí no compré nada.
Decidimos volver pronto al hostel porque estábamos bastante cansados, y fuimos a cenar a un sitio que nos recomendaron en la zona de San Telmo: El Desnivel. Todo estaba estupendo, la carne, la pasta y los postres… muy recomendable.

Día 4 de diciembre

Día para pasear de nuevo por la ciudad. Nos hablaron de sus famosos mercados de antigüedades de los domingos, y fuimos de nuevo a la zona de san Telmo. Reconozco que me quedé algo decepcionada, porque no vi nada espectacular además de los precios.
Por la tarde cogemos el bus urbano 130 que nos lleva a la zona de Recoletos. Quería inspeccionar el lugar de la embajada para ir al día siguiente. Allí había un gran ambiente, un gran mercado de artesanía local argentina, una obra de teatro en la calle, un  concierto de coros en la iglesia… nos despistamos y llegamos al famoso cementerio de Recoletos justo cuando estaba cerrando… por cierto, la entrada es gratuita.
Esa misma tarde había además un partido del Boca y  un mucho ambiente por la calle….

Día 5 de diciembre

Es lunes y me levanto a las 6:00a.m. para ir a la embajada. Dejé encargados de mis maletas a mis compañeros y quedamos de vernos en el aeropuerto. Si no conseguía el pasaporte me quedaría allí sola y sin ropa… Cojo el bus 130 y me bajo en el parque de Recoletos. Aún así hay que caminar un buen trozo y cuando llego allí a las 7:15 de la mañana…  tengo unas 100 personas delante a la cola. Creí que me daba un paro cardíaco. Reconozco que seguí a raja tabla lo que me dijeran del servicio de emergencias y “que no esperara cola” y me colé hasta el principio en cuanto vi al primer policía español. Me atendieron bastante rápido pero como tienen que pedir información (sobre mí) a España,  me comentaron que volviese a las 14:00h!!! era una realidad que podía perder el avión.

 Me doy un paseíto por la zona y voy al cementerio a ver si encuentro la tumba de Evita Perón. Reconozco que no la encontré, porque no la busqué demasiado, pero también fue porque me di cuenta que no me gustó el ambiente. Realmente nunca me han gustado los cementerios, y éste no iba a ser una excepción.

Volví a la embajada a la 13 del mediodía, y por suerte ya tenían preparado el salvoconducto, que por 130 pesos tenía una validez de 3 meses. Sobre las 14h, ya estaba lista para irme.
Llamé al hostel para que me mandasen un transfer a la puerta de la embajada para ir al aeropuerto. Los transfer tienen precio cerrado por 120- 130 pesos, así tienes asegurado el precio, dure lo que dure el trayecto.
Me recogió a la media hora y en una hora más (tuvimos poco tráfico) estaba en el aeropuerto.
Para sacar la tarjeta de embarque es preciso haber ido antes al departamento de migración para que den el papelito correspondiente de movimientos que hay que presentar junto con el billete en la compañía aérea. Aunque tenía salvoconducto, no tenían los datos de cuándo había entrado yo en el país (el cuño de entrada). Como yo ya había estado en el departamento de inmigración de Ushuaia, no tuve problema, si no hay una oficina en el propio aeropuerto que te facilita esa documentación.

Día 6 de diciembre

Todo vuelos y aeropuertos. Volvemos desde Buenos Aires a España con escala en París de 4 horas (siempre es necesario coger vuelos bien separados por si hay cualquier emergencia). A las 5 de la tarde ya estamos en casa y fin del viaje. Sólo queda contar anécdotas.

Si queréis más consejos útiles pincha aquí

miércoles, 2 de diciembre de 2009

... de la Isla de Pascua - Easter Island - Chile



Nuestro viaje a Rapa Nui formó parte del viaje a norte de Chile. Hago
una entrada separada porque el lugar bien lo vale. Es el único lugar al que me he comprometido volver, ¿por qué? Porque nos acompañó el mal tiempo y aún así nos encantó... así que tenemos que volver a verlo todo con sol.


La Isla de Pascua es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1995. Pertenece a Chile, pero está situada en la Polinesia, en mitad del Océano Pacífico. Tiene una cultura única y particular y su pasado de sobreexplotación, colonizadores, esclavistas y enfermedades es tan triste, que hizo que apenas quedasen un centenar de pobladores originales durante el SXIX. Se perdió la opción de entender sus textos escritos. Se perdió la opción de saber cómo transportaban sus moais. Hay mucho de su pasado que son sólo suposiciones.


                                           
El plan de viaje era:
* 1 de noviembre: Santiago de Chile - Isla de Pascua
* 2 - 6 de noviembre: Isla de Pascua
* 6 de noviembre: Isla de Pascua - Santiago de Chile

1 de noviembre

Rapa Nui

Volamos con LAN desde Santiago de Chile (SCL) a las 9:30 a.m. y llegamos a Pascua (IPC) a las 13:10 p.m. hora local. El billete lo compramos directamente en la página de LAN seis meses antes y nos costó 350€ c.u. El vuelo duró 5 horas y media y el avión era muy bueno, incluso nos dejaron unas mantas de lana de alpaca chulísimas, que tenían los imanes antirrobo... 

Nada más bajar del avión, empezaron a caer las primeras gotas de lluvia y no pararon hasta la noche anterior de nuestra vuelta, ¿será posible?

La vida cotidiana en la isla es realmente cara. De los sitios más caros (relación calidad- precio) en los que he estado. Todo llega en avión desde el continente, por lo que podéis imaginaros lo que encarecerá los costes. Nosotras y la mayoría de la gente lleva el máximo posible de comida para su estancia. Como en el continente nos parecía una exageración no llevamos lo suficiente para cubrir todo lo de la semana y luego realmente nos arrepentimos... para que os hagáis una idea, en una tienda-super una bolsa de patatas fritas 4€ y una coca cola de un litro 5€. No es sólo caro para los turistas, es caro para todos sus habitantes. En el avión se pueden facturar 23kg por persona, más el equipaje de mano, por lo que no hay problema de peso por llevar alimentos desde Chile. Éso sí, como es una isla, hay que tener cuidado con el tipo de alimentos extraños que se meten; hay muchas posibilidades que no os dejen pasar en el aeropuerto frutas frescas, semillas o cualquier cosa que pueda traer "fauna" alóctona.


No llevábamos resuelto donde dormir, pero en el aeropuerto (zona de salidas) ya hay gente nativa ofreciendo alojamientos. Nosotras negociamos y nos quedamos en el Residencial Miru, que queda a unos 15 minutos de Hanga Roa, la ciudad (casi se puede decir la única) de la isla, pero apenas a 5 minutos andando de Ahu Tahai. Es una casa/ cabaña con 3 habitaciones con camas dobles, baño, cocina, sala de estar y una terraza con vistas al océano. Por 25.000 pesos al día por las 3 aunque compartimos estancia con otro inquilino. Lo lleva una pareja (Jonet y Sandra) con teléfono 2100365.

La idea era disfrutar con calma de la isla, por nuestra cuentra, visitar la costa y moais a nuestro ritmo, disfrutar de la playa y bucear... pero el clima nos desbarató los planes. Nos llovió tanto que la mayoría de las veces tuvimos que salir huyendo de los sitios, la humedad es tan grande que no nos secaron las cazadoras ni las botas de un día para otro y solo pudimos bucear un día que apenas había visibilidad... 

Hay posibilidad de contratar excursiones en la isla desde Hanga Roa, alquilar bicicletas, motos o coches. También se puede ir andando/ a hacer senderismo a algunos puntos de interés, pero yo creo que es imposible recorrer la isla entera caminando. 

Nosotras fuimos a pie a algunos sitios y alquilamos un coche para ir a los más alejados. Hay varios lugares donde alquilar y se pueden comparar precios, aunque variarán sobre todo según la calidad del coche (siempre será un estilo 4x4). No nos pidieron carnet internacional de conducir, porque al fin y al cabo como nos dijo el dueño del coche, "ésto es una isla pequeña, y sólo hay una manera de salir de ella"... Lo mejor de todo es que en algunos sitios se pueden alquilar por horas, 6, 12 o 24 horas con lo que se puede ajustar aún más a las necesidades de los viajeros. Nosotros alquilamos un Suzuki por unos 25.000pesos/ día (y un día lo alquilamos 6horas). Hay que tener en cuenta que ninguna agencia de coches ofrecen seguro a todo riesgo, por lo que si se le hace algo al coche hay que abonarlo, así que hay que andarse con cuidado.

Qué ver en la Isla:

* Hanga Roa: es el pueblo- capital de la isla. De casas bajas y varias calles, se puede recorrer en unas horas. La calle principal es la Avenida Atamu Tekena, y es donde están la mayoría de negocios: bares, restaurantes, tiendas de ultramarinos, alquiler de coches, ciber-cafe, y los bancos. Además en este pueblo es el único sitio donde os encontraréis los 2 bancos o los 3 cajeros de la isla. Aquí se puede ver la iglesia católica (con bastante tradición- adaptación rapa nui) y delante un mercado de artesanía (hay muchas cosas que vienen de otras islas de la Polinesia), donde comprar souvenirs de lava o de conchas. 
Tiene un campo de fútbol y siempre que pasamos había alguien jugando, fuese cual fuese la hora. Allí está el famoso chiringuito "el carrito azul" de empanadillas de atún (a 1.500 pesos unidad).

El pueblo da al mar, en una calle costera donde está el muelle de pescadores, los clubs de buceo, la playa de las tortugas y una zona de piscinas seminatural.
Aquí también está el único cementerio católico, mirando al mar y visible desde muchos puntos de la isla. Lo cuidan con esmero y como nos coincidió con el día de Todos los Santos vimos como esa noche se llenaba con montones de velas y de personas allí dentro...


* La costa: la isla es volcánica, por lo que la mayoría de la costa es en forma de acantilados de basalto, escarpados, pedregosos y de color negro. Llovía y hacía un viento... pero la estampa era bonita: el contraste entre el color turquesa del agua, el blanco de la espuma al romper las olas, la costa de piedra negra y el resto de la isla de tonos ocres y verdes... Hay restos de construcciones, moais de pie y tumbados, cuevas...













*
Ranu Kau -  Orongo: 




Para llegar a esta parte del parque natural hay un sendero que sale de la zona oeste de Hanga Roa, pasando delante del aeropuerto. Antes de comenzar el ascenso están las cuevas de Ana Kai Tangata con pinturas, de colores increíbles y bien conservadas.







Llegar a Ranu Kau desde el comienzo del camino nos llevó sobre una hora y media (desde nuestra casa sería una hora más). Es un cráter de volcán lleno de agua y totoras, con vistas a Hanga Roa y al océano. 
Orongo era la "ciudad" ceremonial de Rapa Nui, la usaban sólo en ciertos momentos del año y tiene unas casas en forma elíptica características. Se llega siguiendo la carretera desde el mirador de Ranu Kau, y nosotras pagamos una entrada de 15.000 pesos c.u. La entrada hay que pagarla una vez, y sirve para acceder a Orongo y Ranu Raraku (según nos dijeron) las veces que quieras. Nosotros apenas pudimos difrutarla, hacía una niebla tan espesa que los guardas nos felicitaron por conseguir venir el día de peor visibilidad que recordaban... 




* Ahu Tahai - ko Te Riku: es el más cercano a Hanga Roa y está a 5 minutos de nuestra cabaña, por lo que pudimos disfrutar de ella varias veces. Hay moais restaurados y una serie de construcciones como casas, establos, altares ceremoniales e incluso un antiguo muelle.







* Museo antropológico P. Sebastian Englert: en la zona de Tahai, es un pequeño museo donde se exhiben algunas piezas escultóricas y domésticas. Es apenas una sala, pero ya de estar en la isla, por qué no acercarse hasta allí. Cuesta unos 1000 pesos la entrada y los lunes está cerrado.



* Ranu Raraku: es otro cráter volcánico cuyo ticket de entrada es compartid0 con Orongo. Allí es la cantera y la fábrica de moais, y caminar por sus laderas es trasladarse hacia atrás en el tiempo. El primer día que intentamos entrar llovía tanto que hubo que usar la cámara submarina. El segundo día la lluvia nos respetó más y disfrutamos del paseo donde parece que los moais nacen de la tierra aunque realmente se ve cómo fueron esculpidos en la roca. Hay casi 400 moais, cada uno con sus rasgos y con sus diferencias... un lugar para disfrutar.




* Playa de Anakena: está situada a unos 25km de Hanga Roa. Es una playa paradisíaca de palmeras y arena blanca y fina, que contrasta con el resto de la costa de piedra. Se llega directamente desde la carretera, aunque nosotros quisimos complicarnos la vida y cruzamos monte desde la playa de Ovahe... Allí están los moais de Ahu Nau Nau y el Ahu Ature Huki. No nos metimos en el mar, y a pesar de éso acabamos empapados como de costumbre. Lo ideal es que haga sol y tumbarse en la arena a disfrutar.




* Playa Ovahe: es también una playa de arena fina rojiza, pero no estaba permitido bañarse y cuando nosotros estuvimos tampoco se podía acercar demasiado por riesgo de desprendimientos. En ella hay un pequeño saliente en la roca que hacía las veces de pira funeraria de los antiguos pobladores, es por tanto, un lugar sagrado.


* Ahu Tongariti: Aunque hay moais por toda la isla, éste es especial; No sólo es el ahu más grande, con 15 moais de diferentes épocas. Su localización, el tamaño de sus figuras y el entorno hacen que sea un lugar espectacular. Se puede ver incluso desde las lomas de Ranu Raraku.  Está ubicado en la zona oriental de la isla, en la caleta Hotu Iti. Hay que decir que los moais que están de pie en la isla es porque en algún momento reciente los han restaurado. Os hartaréis de hacer fotos aunque el viento os lo ponga difícil. Se diferencian los rasgos entre ellos, con Pukao (sombrero), sin él...



* Ahu Te Pito Kura: prácticamente al lado del agua era considerado como "el ombligo del mundo"; dicen que es un lugar lleno de magnetismo.


* Buceo: Hay 3 escuelas, pero
nosotros elegimos el Centro de Buceo Orca en la Caleta de Hanga Roa Otai . Los equipos bien, las instalaciones bien y el monitor Henri muy bien. El problema fue el mal tiempo, el agua estaba revuelta y había apenas 20 metros de visibilidad; además el agua estaba fría. Sólo pudimos hacer una bajada, en "Maravai" muy cerca de Hanga Roa, pero vimos (y casi tocamos) tortugas marinas y a una morena... otra razón más para volver. El precio ronda los 50$ por bajada, habiendo packs de cuantas más bajadas mejores precios.

* Espectáculo de danza tradicional: aconsejo no perderse un espectáculo de éstos. Los bailes son típicos polinesios. Nosotras fuimos a ver al grupo Matato´a por unos 10.000 pesos c.u. Me gustó mucho y es admirable lo difícil que es de bailar con ese ritmo y energía. Es interesante porque al menos los adornos que usan son de flores y plantas naturales que recolectan para los pases y también se pintan la piel, y se van cambiando el vestuario a lo largo de la sesión. Son 3 días a la semana en un restaurante- bar- centro cultural  "vai te mihi"



6 de noviembre

Sandra nos llevó en su coche al aeropuerto. Nuestro vuelo salía a las 14:10 horas y nos hicieron pasar por un escáner a nosotros y a todas las maletas antes de facturarlas. Así dicen que evitan que salgan de la isla las cosas que no quieren, comida, semillas y piedras. Llegamos a Santiago a las 20:50 p.m. Sólo pudimos ver el sol un día, el último y cuando se ponía...







CONSEJOS MUY ÚTILES

* Rapa Nui tiene un clima tropical fresco, con temperaturas medias de 20ºC. El tiempo puede cambiar repentinamente y de un día soleado pasar a un chaparrón (y viceversa). De todos modos, al estar en el polo sur, el verano está entre los meses de diciembre a marzo y por éso se supone que habrá mejor temperatura y menos lluvias.

* De todos modos, además de meter el bikini para este viaje es también necesario poner ropa de lluvia y algo de abrigo. Si llueve varios días seguidos, con la humedad del ambiente la ropa no secará y acabaréis poniéndoos las botas aún mojadas al día siguiente. La ropa cómoda y de algodón serán imprescindibles. Para caminar las botas de treeking o preparadas para una buena capa de barro. También podéis llevar un chubasquero de emergencia (esos que cuestan 1€ en los mercadillos) que os sacará de más de un apuro. Pantalla solar y protector labial. 

* Se habla español, rapa nui y otros idiomas de los turistas que viajan hasta allí (inglés, francés... no habrá problema para entenderse). Aceptan pesos chilenos, dólares y euros sin problema y hay cajeros donde sacar dinero al cambio del día. 

* Los precios de la isla son desorbitados. Para ahorrar un poco elegid un alojamiento con cocina para al menos cocinar una vez al día. Podéis llevar la comida (pasta, purés, latas... todo en recipientes cerrados) desde el continente porque es muy habitual. Cuidado con pasar frutas, semillas, quesos... vamos cosas que pueden pasar bacterias vivas desde el continente, lo más probable es que os las confisquen porque había perros en el aeropuerto. Lo que sí no se podrá sacar nada de comida de la isla.

* Respetad los monumentos y espacios: aunque no haya nadie mirando, no os subáis a los Ahu ni toquéis sus moais. Está prohibido y además es la manera de preservar su patrimonio de los turistas... mucha gente acaba abrazando alguno para sacar la foto y aún por encima colgarla en internet. Tampoco se puede sacar la obsidiana que está por los caminos. Pasan por detectores todas las maletas y mochilas; pero es lógico, si cada turista que pasa por la isla se lleva algo, al final no quedaría nada.

* Sólo hay que pagar una única entrada conjunta en Ranu Raraku y Orongo. Es cierto que es cara 15.000 pesos (revisar el precio que siempre suben) pero es en el único lugar que se paga, el resto de los Ahu y lugares son gratuitos. Como en toda Sudamérica  para los chilenos es más barato que para los turistas. 

* si alquiláis un coche (que será un todoterreno) tened en cuenta que en ninguna agencia os lo asegurarán a todo riesgo, por lo que si tenéis algún percance tendréis que abonarlo. Hay una carretera que va de norte a sur y está asfaltada, pero la carretera del oeste es una pista de tierra que si llueve se llena de charcos. Nosotras nos quedamos "embarrancadas" en uno de ellos (dígase la falta de experiencia) hasta que un turista alemán que pasaba nos lo quitó del medio del charco: el nos explicó que la mejor manera de coger los charcos de barro es siempre por el medio (no tratéis de ir por la cuneta) y nunca acelerones... 

* para hacer compras de regalos los más conocidos son la feria y el mercado de artes. Se puede regatear un poco. También hay algunas tiendas en el aeropuerto que abren y cierran según las llegadas de los vuelos.

* Para la ropa seguid la "regla del 3". Es suficiente. 3 camisetas de manga larga, 3 de manga corta, 3 de tirantes, 3 pantalones. En caso de frío os ponéis más de una a modo cebolla. Chaquetón impermeable, ropas de treking y ropa que seque fácil... incluso un chubasquero de los chinos es una buena idea para momentos de lluvia fugaz, tened en cuenta que si llueve apenas hay sitios donde resguardarse.

* llevad copia de todos los documentos, y tanto los originales como las copias no los llevéis todos juntos en el mismo lugar; si os quedáis sin alguno, la pérdida no será total. Aconsejo también dejar colgados en vuestro correo electrónicos las copias de la documentación, así en caso de emergencia los podéis descargar e imprimir en cualquier lugar.

* Llevad a mano el teléfono de la embajada de vuestro país