La República
de Mauricio es una pequeña isla situada en medio del océano Índico. Lo exótico
de su localización, su lejanía,
su buen clima y las fotos de sus paradisíacas playas hace que sea un
destino típico de vacaciones, sobre todo para lunas de miel.
Mi paso por
esta isla no fue de vacaciones, y ni siquiera iba acompañada, por lo que mi
recuerdo no es tan bucólico como el que les puede haber quedado a unos recién
casados.
Bueno, al
grano. Además de playas, Isla Mauricio y las Islas Sheychelles, son puertos de
carga y descarga de pescado congelado y elaborado con destino a muchos puntos
del planeta.
La compra de mercancía a un nuevo proveedor hizo que mi empresa me pusiera en este
peculiar destino por unos días.
El plan era el
siguiente:
* 12 de
agosto casa – Madrid – Milán – Mauricio (Air
Mauritius 258€ + 1374€)
* 13-18 de
agosto Port Louise
* 18 de
Agosto Mauricio – Londres - Madrid -
casa
Pero hubo
modificaciones una vez estando en la
isla y la vuelta quedó:
* 26 de
Agosto: Mauricio – París – casa, (Air
France con 943€ más)
(sumando sólo
los vuelos da una cifra que impone, verdad?)
En algunos de
mis vuelos me pasan anécdotas, y en este caso fueron en Milán donde la azafata
de Alitalia no me permitía pasar mi maleta de mano del ordenador porque decía
que pesaba 6kg, y me animaba a que llevase el ordenador (sin funda y sin cables
por supuesto) en la mano… en fin, me costó mucho convencerla de que no era lógico lo que me pedía.
El viaje fue
largo, entre los tránsitos y los vuelos, unas 23 horas, eso sí, me tocó siempre
el asiento vacío a mi lado, por lo que pude recostarme (sin dormir) y ser la
envidia de los pasajeros de mi alrededor que me decían “sei afortunatta”…
Mi avión llegó
en hora al Aeropuerto Internacional Sir
Seewoosagur Ramgoolam de Port Louise que está a unos 45 km de la capital
(Port Louise). Los trámites de aduanas
son rápidos, y no es necesario tramitar un visado con anterioridad para entrar
en el país. Lo único es que me pidieron que enseñara es el billete de vuelta y
la reserva del hotel.
Allí en el aeropuerto hice mi primer cambio de
moneda a rupias, su moneda oficial. Como tenía prisa, usé las casas de cambio donde
se recogen las maletas, pero el cambio allí es malo, osea que es mejor sacar
directamente de los cajeros que hay por el aeropuerto (y que están con la
información en inglés). En general la
moneda está 1€ - 40 MUR (rupias mauricianas).
Para ir del
aeropuerto a la ciudad me recogió el trabajador de nuestro proveedor en Isla
Mauricio, Mr. Moore, un señor muy amable (por éso me permito poner su nombre).
Evidentemente a mí el trayecto me salió gratis (a Mr Moore no, porque le
pusieron una multa por exceso de velocidad…) pero hay taxis, transfers y
autobuses hasta la capital. El precio medio de un transfer era de unos 30€ y
del bus unas 16 rupias. Las carreteras
principales están bien (doble carril, buen asfalto) y los coches son bastante
nuevos (por cierto, se conduce por la izquierda)… las carreteras secundarias, osea
toda la costa, son estrechas y con muchas curvas (siguen el litoral).
El idioma
oficial es el inglés y a nivel comercial y turístico lo habla todo el mundo y
no tendréis problema en comunicaros (ayudándose por el internacionalmente
aceptado lenguaje de “gestos”). Pero el idioma más hablado por los mauricianos
es el francés y el criollo. Al haber sido una colonia de diferentes países y
estar habitada por gente de muchos orígenes, los mauricianos se desenvuelven
bastante bien en varias lenguas, pero se nota que están más cómodos hablando
francés (y la cantidad de turistas franceses deja patente ser su excolonia).
De
todos modos, al ser tan multicultural y de tantas procedencias, incluso me he
entendido perfectamente con alguna gente hablando portugués (tienen Mozambique
muy cerca y hay un gran intercambio comercial entre ambos países). La gente es
muy amable en general y se esfuerza por entendernos.
Una mañana es
suficiente para hacerse una idea de la capital mauritana. Cuando yo estaba,
decían que Port Louise era única capital del mundo sin una discoteca. Por el día
se ve una ciudad muy animada. Anochece muy temprano, sobre las 6 de la tarde, y
después de esa hora la ciudad es como si estuviera muerta: no hay nadie por la
calle y ¡nada que hacer! (Tranquilos, los resorts son diferentes y tienen todas
las actividades necesarias para ocupar el tiempo de sus huéspedes).
En general es
bastante seguro, sobre todo la zona centro, Caudan Waterfront y alrededores. No
sentí peligro en ningún momento, aunque que me aconsejaron que “una europea” no anduviese sola por zonas no turísticas, y en consecuencia me quedé “recluida”
en la zona centro y procuré moverme en taxi cuando no estaba acompañada (me salía a unas 350- 400MUR los trayectos).
* Mercado
central de Port Louise. Está lleno de gente autóctona, comprando frutas, verduras,
especies y artesanía (sobre todo de Mozambique) que compramos los turistas. Hay
que regatear por lo menos un 40%.
* Caudan
waterfont. Es la zona recreativa por excelencia: restaurantes (incluso
Mcdonalds), bares, tiendas, casinos, cines, un pequeño centro comercial. Si
queréis comprar algo, lo más seguro que lo hagáis ahí, no por sus precios, sino
por lo cerca que está todo y el ambiente hace un sitio agradable para gastar el
dinero. De todos modos, hay que recordar que es una isla y la mayoría de los
souvenirs vienen manufacturados del continente.
* Museo de Historia
natural y la casa del Gobierno. Personalmente no es el tipo de museos
que me guste, donde animales mal disecados cuelgan de las paredes y el techo,
pero hay un esqueleto completo de un dodo (pájaro extinguido hace siglos, que
sigue siendo el símbolo de la isla). Ambos edificios están muy cerca y todo el centro puede recorrerse a pie.
* Museo Blue
Penny. En el Caudan Waterfront. Es
un pequeño museo para mi gusto, poco iluminado. No hay que perderse los sellos
de 1 y 2 peniques. El enlace para consultar horarios y precios: http://www.bluepennymuseum.com/en/
En Port Louise
tenía reserva hasta el día 18 de agosto en el hotel Le Suffren, el hotel típico para gente de negocios,
bastante bien situado y de precio razonable (a 80€ aprox. la noche la
habitación individual). Los desayunos en la isla son típicamente buffet
continental: zumos, bollería, cereales, cafés, tés, frutas y que normalmente
están siempre incluidas en el precio de la habitación. Bonito, bien situado y
curiosa salida al centro por medio de un bote para cruzar el canal.
La idea del
viaje era pasar todo el tiempo posible en el puerto pesquero con el proveedor,
pero un retraso en la llegada de parte de la mercancía hizo que mi estancia en
la isla se alargase casi una semana más… y me quedase sin hotel a partir del
día 18. Diréis, pues vas a otro y listo, peeeero justo en esos días se celebró
un congreso internacional de arquitectura y me costó una mañana entera
conseguir una habitación cerca del Waterfront en Port Louise; al final acabé en
la suit junior del hotel Labourdonnais Waterfront ***** por un precio
de 125€ la noche. Bonito y de 5 estrellas, pero incómodo para mi forma de ser.
Aunque se
pueden contratar excursiones desde los hoteles, hay la opción de alquilar un
coche o incluso un coche con chófer y ver la isla por tu cuenta. Es cuestión de
negociar y ver qué se ajusta más a nuestras necesidades. Yo coincidí con otros
españoles e hicimos los recorridos en un coche de alquiler (unos 25€ al día).
Aunque es una isla donde no hay aglomeraciones de turistas a mí me gusta hacer
las visitas siempre que pueda por mi cuenta.
* Sus playas. La isla está
repleta de estupendas playas a lo largo de toda su costa. De arenas blancas y
agua turquesa perfecta. Hay poca gente en ellas así que se puede disfrutar de
diferentes playas sin agobios para poner la toalla. Si bien es cierto que hay
playas de acceso privado hay muchas de acceso libre, donde se puede dejar el
coche casi a pie de arena.
* Jardín
Pamplemousses. Bonito y tranquilo jardín botánico cerca de la capital. La
entrada ronda sobre las 200 MUR y hay la posibilidad de contratar a un guía.
Para mí es mejor pasearlo por tu cuenta y como consejo hay que ir preparado con
loción repelente de insectos (con la combinación agua y calor los bichos pican
hasta hartarse).
* Gran Bassin. Lugar de culto
para la (gran) comunidad hindú mauritana. Es un lago sagrado hecho en el cráter
de un volcán con un templo y una gran estatua de Shiva. Es pintoresco ver cómo
hacen sus ofrendas y encienden incienso. La entrada es libre y hay que
descalzarse para caminar por el lugar.
* Le Morne. Es una
península en la zona sudoeste de la isla con un peñón basáltico
lleno de cuevas
que dicen que eran usadas por los esclavos fugitivos antes de que se aboliera
la esclavitud. La zona es considerada como la de las mejores playas de la isla,
y de hecho los hoteles más lujosos están en aquella zona con accesos privados.
Reconozco que las playas son espectaculares, de arena blanca y agua turquesa de
temperatura realmente increíble y con poca gente.
* Parque
nacional Black River Georges. Con 2 microclimas y gran variedad de
fauna. En la zona del mirador, hay monos malhumorados que aceptan sólo la fruta
que se le ofrece. Desde él se ve el valle y a la izquierda la cascada.
* Chamarel. Hay un par de
miradores a diferentes alturas, ideales para ver sus cascadas con una caída de
agua de hasta 90metros. También está la tierra de los 7 colores, que es un
paisaje de dunas volcánicas sin vegetación y de colores ocres. Por aquella zona
comimos en un restaurante exclusivo con helipuerto, el Chamarel restaurant con
vistas espectaculares al parque y al mar (comimos 3 personas por 4000 MUR).
* Grand Baie. Pueblo costero muy turístico. Tiene una
amplia oferta de actividades acuáticas y también se pueden hacer compras de
artesanía local.
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