Mi compañero decidió que éste sería el año para su viaje de larga distancia a la Patagonia. Nosotras sólo
nos apuntamos a su plan, y ese fue el punto de partida para los
preparativos. Compramos los billetes con bastante antelación: en febrero,
cuando los vuelos serían en noviembre de ese año. Si los hubiésemos comprado sólo 4 meses antes nos hubiesen salido sólo unos 150€ más caros… pero
los hubiésemos comprado a otro destino. En el mes de Julio de 2011 se despertó un volcán de
Chile, que volvió caótica la navegación aérea en América del Sur, por lo que
hacía “inestable” el futuro de nuestro viaje. Pero los
billetes ya estaban en nuestro poder.
Planteamiento de viaje:
Con la Lonely planet y varias
webs, hicimos nuestro recorrido
20 nov: vuelos España – Buenos
Aires vía París. Volamos con Air France. (996€)
21 nov: llegamos a las 9am a
Buenos Aires y volamos a Trelew a las 17h con Aerolíneas Argentinas ( 141€
aprox)
21-23 nov: Península Valdés
24 nov: vuelo Trelew- Calafate
con AA (258€ aprox)
24-30 nov: Calafate- Chaltén-
Calafate
30 nov: Calafate- Ushuaia con
Lan (114€ aprox).
30nov- 3 Dic: Ushuaia
3 Dic: vuelo Ushuaia- Buenos
Aires con AA (120€ aprox)
5 dic: vuelo internacional
Buenos Aires- España vía París con Air france
Toda Sudamérica está muy
preparada para el turismo “mochilero”. Ésta no sólo es una manera económica de viajar y plantearte tu viaje a
tu manera sino que es la forma ideal de interactuar con más viajeros en tu
misma situación y de todas las partes del mundo. Europeos, australianos, norteamericanos… hostels, zonas comunes, oficinas de turismo, autobuses… son el
punto en común de todos los viajeros, que hacen que nuestro viaje se enriquezca
todavía más.
Por lo tanto, planeamos desde casa
lo que íbamos a hacer cada uno de los días aunque únicamente habíamos contratado los vuelos (internancional y nacionales), los hostels y una excursión sobre el glaciar en el
Chaltén, porque lo aconsejaban algunas webs. Todo lo demás, lo fuimos cogiendo/
comprando allá (en el destino) a medida de nuestras necesidades. Buses, transfers,
comunitarios, excursiones, taxis… el planteamiento y la facilidad de coger un
medio de transporte en Sudamérica no se consigue en Europa. Desde los
alojamientos llaman a touroperadores y tienes a tu disposición el medio de
transporte que más se ajuste a los horarios y bolsillos.
Primeros días
Nuestro viaje comienza a las
18:00h del 20 de noviembre. Es domingo; con un miniavión y con las primeras anécdotas llegamos a París (CDG).
Como es costumbre en los viajes de ida, nunca facturamos el equipaje para evitar
pérdidas que nos fastidien la estancia. Mi mochila con 8kg ha sido suficiente para
llevar todo lo necesario para 17 días de aventura y 2 climas, primavera de
Buenos Aires a 25ºC y primavera austral a unos 10ºC de media.
Tres horas de tránsito y sale
nuestro vuelo internacional destino Buenos Aires. Habíamos reservado los
asientos de salida de emergencia (desde la página web y con tanta antelación…) ,
pero lo grande que fue nuestra sorpresa cuando nuestros asientos eran la fila posterior
a la salida de emergencia; total, volamos embuchados en unos minúsculos asientos en un
avión viejísimo durante 12 horas… air france no es como lo recordaba.
Como no duermo nunca en los
aviones, y como no funcionaba mi pantalla de tv, el viaje se me hizo largo. Pero llegamos en hora a BA
Buenos Aires
Del aeropuerto internacional a
el Aeroparque (que es de dónde salen los vuelos nacionales en Argentina) hay
que coger transporte por tu cuenta y cruzar la ciudad. Entre 1 y 4 horas
dependiendo del tráfico de la capital (hay que tenerlo en cuenta a la hora de
entrelazar vuelos, y dejar tiempo suficiente para no perder los vuelos
internos).
No teníamos tiempo que perder porque
nuestro vuelo a Trelew previsto para las 17h, nos lo cambiaron una semana antes de la salida a las 14:30h. Aconsejo reconfirmar vuelos y horarios varias veces y 48h antes
sin falta, porque es común que le cambien los horarios o se cancelen.
En el aeropuerto de BA en la
zona de recogida de maletas hay casas de cambio. El cambio no es bueno, pero su
estratégica situación y las prisas que tengan los viajeros hacen que las uses
con frecuencia. Como no teníamos tiempo y teníamos que coger un bus, cambiamos
pesos allí. Aquí 1€_4,6 pesos argentinos. Mal cambio, pero nos daríamos
cuenta después.
Justo al salir de la zona de
recogida de las maletas lo primero que aparecen son las agencias de buses,
transfers e información. La compañía que hace el viaje entre aeropuertos es MTL
(miguel tienda león). La lonely tarifaba el billete en 45 pesos, pero la realidad es
que nos costó 65 pesos. Ahí fue el comienzo del desfase que arrastra la lonely, unos
15-20 pesos como mínimo, todo más caro.
Si se tiene tiempo podéis intentarlo
con bus urbano, 2, 4, 5 pesos argentinos según trayecto, pero hay que tener
monedas cambiadas, no valen billetes.
Llegamos sobre las 11 a.m. al Aeroparque, hacemos cola para facturar nuestro vuelo a Trelew y ¡sorpresa!
Vuelo cancelado por cenizas volcánicas. Primer batacazo a nuestras vacaciones.
Nos ponemos a la cola de la
oficina de aerolíneas en busca de la solución y tras bastante tiempo de espera
y con mucha suerte nos reubican en un vuelo al día siguiente directamente al Calafate,
después de cancelarnos también el vuelo Trelew- Calafate.
Consecuencias: 2 días perdidos,
buscar alojamiento en Buenos Aires para ese día, 2 vuelos cancelados, petición
de reembolso de vuelos (con las vueltas que eso supone) y dejar de hacer lo que
más ilusión me hacía, ver las ballenas y los pingüinos y bucear con los lobos
marinos.
Cogemos una noche en el hostel
Ayres Porteños y esa tarde aprovechamos para pasear con calma por BA: zona de
San Telmo y Plaza de Mayo, y probamos por primera vez la carne y la pasta de tan
reconocido prestigio (210 pesos entre los 3).
El martes 22
Vamos temprano al
Aeroparque por nuestro vuelo de las 9:00 con destino a Calafate. Estaba lleno
de cámaras de tv, y efectivamente vuelve a haber retrasos y cancelaciones por
culpa de las cenizas. Nuestro vuelo se va retrasando poco a poco, sin ninguna
información por parte de aerolíneas. Achacan todo a las cenizas volcánicas pero
lo cierto es que los rumores dicen que también se trata de una huelga
encubierta de uno de los 7 sindicatos de aerolíneas. No sabemos qué fue, pero
lo cierto que los vuelos de LAN despegaron toda la mañana, pero los de
Aerolíneas no. A las 14h, sale nuestro vuelo. Por fin, empieza realmente
nuestro viaje.
Calafate
Para llegar a Calafate tuvimos que
hacer escala en Ushuaia. Sí, habéis leído bien. El vuelo duró unas 6h porque
primero fue a Ushuaia y luego volvió a subir a Calafate. Ahí vimos la suerte
que tuvimos de conseguir billetes en ese avión en el que estábamos, porque había otros
turistas que le cancelaron su viaje a Iguazú y con ropa de verano acabaron en
Ushuaia.
Cuando llegamos a Calafate, llovía
tanto y hacía tanto aire que me dieron ganas de llorar. No podía ser que
también nos acompañase el mal tiempo.
Para llegar del aeropuerto a la
ciudad (está a unos 25km aprox) hay la opción del bus por 33 pesos cada uno o los
taxis a 100 pesos. Como éramos 3 ni lo pensamos, cogimos el taxi que nos dejó en la
puerta del hostel. Allí nos alojamos en I keu ken. Sólo tengo buenas palabras
para ellos. Un sitio agradable y con unas vistas espectaculares del lago
Argentina, el más grande del país. Desde el hostel organizamos todo para los
siguientes días. Como ya dije antes, la oferta es prácticamente la misma,
porque tienen acuerdos con operadores y los precios están pactados, por lo que
no merece la pena patearse la ciudad buscando un precio mejor o alguna oferta
diferente, ya que al final todos vamos con la misma mayorista.
Era ya de noche, pero reservamos
sitio para el día siguiente para ir a la excursión del "Perito Moreno" en un bus con guía que nos
recogería en la puerta del hostel. Nos costó 170 pesos, más 100 pesos la entrada al
Parque Nacional. Las entradas a los parques siempre son aparte de los precios
de las excursiones y en este momento están en 100 pesos. Estáis avisados.
El tiempo en la Patagonia es
impredecible y sus habitantes te aconsejan que si amanece bueno, hagas lo
máximo posible ese día porque al siguiente puede llover. Es más, lo más seguro
es que haga mal tiempo, así que no dejéis de hacer cosas por el mal tiempo,
porque si no habría que esperar un mes para que salgan días buenos.
Día 23 de noviembre
Amaneció soleado y
apenas sin viento. Nos decían que éramos afortunados. Salimos a las 9am y en 1h
y media tuvimos la primera vista del Perito Moreno. Nos dieron la opción de
coger un barco por 70 pesos ó 17 dólares que nos acercaba a la cara Sur del Perito.
Y aceptamos la turistada. Merece la pena salir a cubierta aunque haga frío. El
barco se va parando y te da la opción de hacer fotos y con suerte ver algún
desprendimiento. Tengo que decir que aquí la funda de mi cámara salió volando,
fue una contribución a la Pacha Mama*. En ese momento el Perito toca tierra.
Pasa cíclicamente cada 2 ó 3 años, hasta que se acumula tanta agua en la cara Sur
que la presión hace que se rompa. Calculan que será en marzo de 2012, y seguro
que saldrá en las noticias.
Para ver el Perito hay un
sistema de caminos vallados donde es imposible perderse o saltárselos
involuntariamente. Incluso hay ascensor para sillas de ruedas que bajan hasta
los miradores centrales. La mayoría son
escaleras, así que armaos de paciencia y visitad con calma los miradores a
distintos niveles. Cuando conseguíamos alguno sin gente, el silencio hace que
la “postal” sea espectacular. Hay un restaurante con precios astronómicos (los
baños son gratis), así que aconsejo llevar comida y disfrutarla con la vista
del glaciar. Aviso que toda la basura hay que llevarla de vuelta al hotel, no
encontrareis papeleras en ningún sitio, (como es lógico en el parque natural).
Cuando estábamos volviendo para
coger el autobús, nos paramos un momento justo delante del perito y le dije en
alto “después de quedarnos sin ver ballenas merecíamos un desprendimiento no?”
y a los 3 minutos un gran crujido y plash, un gran desprendimiento justo
delante de nosotras…
A la vuelta al hostel I keu ken nos
coincidió con noche de asado; Dos veces por semana por 65 pesos hacen una “barbacoa”
completísima de carne y ensaladas y ahí pudimos conocer a otros viajeros. En I
keu ken tienen mucha gente de habla inglesa, hispanohablantes sólo éramos
nosotros 3, por lo que tuvimos que chapurrear bastante para charlar con unos
escoceses y unos norteamericanos.
Chaltén
Día 24 de noviembre
Desde el hostel I keu
ken nos reservaron autobús para ir al Chaltén al día siguiente. Por 180 pesos (i/v)
cogimos el bus de las 8 am en la céntrica estación (a unos 10 minutos de
nuestro hostel). Dejamos el equipaje que no íbamos a necesitar en el hostel del
Calafate. El viaje dura una 3 horas aprox, la mitad por carretera asfaltada y
la otra mitad por carretera de ripio. Antes de entrar en el pueblo del Chaltén,
nos pararon en la caseta de la guarda- información del Parque Natural y nos
informan de las rutas, qué hacer y qué no hacer, y lo más importante la
previsión meteorológica. Hoy está lloviznando, y esperan que el único buen día
sea el 25, osea que hacer todo lo posible ese día.
Nuestro hostel aquí es Koonek,
casi al final del pueblo (respecto a la estación de autobuses). Muy tranquilo,
calefacción, baño propio con secador y aquí, sin ningún desconocido con quien
compartir habitación ( a 60 pesos la noche).
Para aprovechar la tarde y
aunque llueve decidimos comprar para bocatas (unos 50 pesos para los 3) y hacer las
rutas más pequeñas. Aquí las distancias te las dicen en tiempo, que por
supuesto no tienen nada que ver con el tiempo real que puedo tardar yo. Vamos 1º
al mirador los Cóndores donde comemos, después al Mirador Las Águilas donde
tuvimos que irnos corriendo porque empezó a llover fortísimo y por último al Chorrillo del Salto (muy bonito) donde la lluvia no nos perdonó y con el viento
helado yo cogí el catarro que me iba a acompañar el resto de las vacaciones. Mi
compañero cambió el Chorrillo del Salto por la Loma del Pliegue Tumbado, allí
encontró nieve y un sendero poco visible. En una tarde se pueden hace las 3
rutas antes que anochezca y a un paso normal (no experta en trekking).
Día 25 noviembre.
Para este día
teníamos reservado desde España sitio en el campamento Agostini para hacer la "caminata por
el hielo" en la Laguna Torre al día siguiente, pero “sorpresivamente” nos llamaron
para informarnos que se ha cancelado la excursión por un desprendimiento… debe
ser la primera vez en años que pasa ésto. Otra vez cambio de planes.
Así que decidimos hacer un
recorrido alternativo para caminar lo máximo posible porque era el día que “mejor
clima” se esperaba. Cogimos un bus por 50 pesos hasta el hostal el Pilar y desde
allí partiríamos para hacer el máximo recorrido hasta volver al Chaltén. La
mañana fue muy desapacible, de hecho estuvo nevando varias horas… sí, nevando. Afortunadamente
esas horas de caminata fueron por un bosque de lengas que nos hacía de
cortavientos y cortalluvia. Las vistas de la mañana… no fueron. En el mirador
de Piedras Blancas vimos un gran fondo blanco y todo el camino fue así hasta el
desvío de la Laguna de los 3.
Mi compañero decidió subir a la
Laguna de los 3, la más dura de todo el recorrido, con mucho desnivel, nieve
hasta la rodilla y muchísimo viento. Quedará como reto personal conseguido
porque arriba estaba helado y con la niebla no se veía nada alrededor. Nosotras
seguimos por el sendero de las lagunas Madre e Hija hacia la Laguna de la
Torre. Aquí el tiempo empezó a mejorar (al menos dejó de llover) y empezamos a
disfrutar del paisaje.
Todo está bastante señalizado y
es difícil perderse. En el mapa ponía ese trozo en 2 horas aprox, pero nos
llevó 3 y éso que habíamos elegido el sentido que era gran parte cuesta abajo,
sino hubiésemos tardado 4 horas. Después de esas 3 horas, se llega al siguiente
cruce y desvío con 2 posibilidades, ir a la laguna Torre (una hora) o volver a
Chaltén (2,5h). Como ya lo teníamos decidido, pues nos fuimos hasta la Laguna
Torre. Para llegar allí, se pasa por el campamento Agostini… nuestro punto de
descanso si no hubiesen cancelado la excursión por desprendimiento. Al llegar a
la laguna todo estaba muy encapotado y hacía mucho frío. Yo, lo reconozco, ya
estaba con los ánimos y energías justas para el camino de regreso, y el frío no
me dejó disfrutar del lugar como se merecía. Allí destaca el silencio, la gente
va llegando y marchándose en silencio (debe ser el cansancio). Hay la
posibilidad de ir rodeando el lago por un camino muy pedregoso para mi gusto,
que da una visión un poco más cercana del glaciar, si llegas al extremo.
Sinceramente, se puede decir que sirve como reto personal, pero no aporta mucho
más que la vista del principio del camino.
Yo decidí volver sola sobre las 16,30h. Con una pastilla de glucosa comencé sola el regreso al
Chaltén: me quedaban al menos 3 horas de vuelta, mientras mis compañeros
esperaron un rato a ver si las nubes levantaban y nos permitían ver el Fitz Roy.
A la vuelta parecía que todas
las nubes estaban en la zona del lago, porque el resto del camino me
acompañó el sol. Os parecerá increíble, pero un poco de sol hace que el
recuerdo del lugar sea espectacular. Y definitivamente quedó claro que el sentido
perfecto para hacer la ruta es Chaltén-Laguna Torre y no al revés (como la
estaba haciendo yo); cuando vayáis y veáis las vistas (si las nubes y viento lo
permiten) lo entenderéis. A eso de las 8 de la tarde, las nubes del cerro Torre
empezaron a levantar y pude disfrutar del Fizt Roy. Me paré un montón de veces
para disfrutar del paisaje y sacar fotos e incluso paré un buen rato a esperar
a que llegaran mis compañeros. Cuando
nos juntamos mi compañera me enseñó lo que le “costó” que descampase hoy: una
grieta de lado a lado en una bota… para un viajero sus botas son sus mejores
aliadas, comprar unas es arriesgarse a tener ampollas todo el camino… otra
anécdota más a añadir a nuestra aventura patagónica.
Llegamos al Chaltén casi al
anochecer, sobre las 9,30-10h de la noche, muy muy cansados. En total unos 38km
en una sola jornada, no está mal verdad? Cenamos carne (repitiendo restaurante)
y solo quedaron fuerzas para quejarnos hasta meternos a dormir.
Día 26 de noviembre
Debido a la caminata del día
anterior, nosotras nos levantamos tardísimo, ésto es, al mediodía. Mi compañero
se levantó temprano y fue a hacer la caminata que le quedaba pendiente Chaltén-
Laguna Capri- Mirador Piedras Blancas. Nosotras nos lo tomamos con calma y
cuando todo el mundo estaba regresando de las caminatas (y después de intentar
reconstruir la bota con pegamento fuerte), nosotras decidimos salir hacía la
laguna Capri. Si hace buen tiempo dicen que desde ahí se ve el Fitz Roy. Menos
mal que no madrugamos, porque la niebla volvió a hacer que el paisaje durante
todo el día fuera un bonito fondo blanco, además de que no paró de llover todas
las horas del recorrido. En la zona del lago hay un camping libre, donde te
puedes quedar si llevas tu equipamiento, o si contratas una empresa (que ya
tiene las tiendas montadas). No estaba demasiado lleno, unas 20 tiendas que no
se pueden poner debajo de árboles grandes bajo “riesgo de caída”).
El sentido de la ruta era
Chaltén- Laguna Capri- Chaltén, osea que el camino de vuelta sería el mismo por
el que habíamos venido. Sólo que a la vuelta nos encontramos al lado del camino
a dos pájaros carpinteros gigantes, que estaban buscando comida en los árboles
caídos. Fue bonito, ni se inmutaron por que estuviésemos tan cerca de ellos.
Para cenar, cambiamos de
restaurante y la verdad es que no acertamos. Yo pedí medio bife (entrecot de
ternera) aunque es tan grande como una ración completa aquí e España. La verdad
que la carne no tiene comparación con otro país.
Día 27 de noviembre
Para regresar al Calafate
teníamos 3 opciones, coger el bus de las 7h , el de las 15:30h o el de las
18:00h. Decidimos madrugar y tener todo el día en el Calafate (ya que daban
lluvia en el Chaltén y no íbamos a realizar caminatas para empaparnos y no
tener dónde cambiarnos de ropa). La suerte es que justo delante de nuestro
hostel, estaba la primera parada del bus (antes de ir a la “estación”). Como
toda Latinoamérica, los asientos están numerados, así que no hay que correr
para coger un buen sitio, pero sí estaba bien para librarnos de una caminata de
recorrer el pueblo de punta a punta con las maletas.
Llegamos a Calafate sobre la
10:30 de la mañana. Volvimos a nuestro hostel I keu ken donde teníamos ya el
resto de nuestra ropa, y usamos el día para comer con calma, hacer compras y
por la tarde hacer una ruta a caballo. Tiene fama de ser más caro el Chaltén,
aunque personalmente las cosas que compré estaban más caras en el Calafate,
será cuestión de suerte y marcarse un precio tope. La ruta a caballo fueron
apenas 1,5h, cerca del lago Argentina. Unos 200 pesos por persona. Los caballos estaban bien cuidados,
limpios y sin heridas si no, no hubiese subido a “Batman”, un caballo que se
paraba para comer unas flores amarillas siempre que las veía. Al terminar nos
invitaron a mate y coincidimos con una familia argentina que nos contaron
varias anécdotas, entre la que está en que si te ofrecen mate, tienes que
aceptarlo (si no es como un desprecio), y beberlo aunque creas que está
hirviendo.
A la vuelta del paseo,
reservamos la excursión para el día siguiente (aunque era domingo por la tarde,
allí los tour operadores funciona hasta las 20:00h) desde el hostel. Elegimos la
“todo glaciares” por 440 pesos más los 100 pesos de entrada al parque (otra vez) con recogida
a las 7:00h… seguimos madrugando.
Día 28 de noviembre
Nos recogen a las 7 menos diez
de la mañana en el hostel. Antes de tiempo, por lo que no nos da tiempo de
desayunar… como es de día completo, llevábamos los bocadillos comprados en la
Anónima (por todos conocido como lo más barato de aquel país) que está a unos 5 minutos del hostel. Nos llevan al
muelle y nos hacen esperar más de media hora al viento raso de por allá, junto
con otros… 1000 pasajeros. Esa es la típica sensación que te viene cuando
realizas las excursiones tipo “borrego”, mucha gente, caminos marcados, todos
los tour operadores juntos, los barcos y catamaranes diferenciados por números
para que no te confundas… en fin, pero es la única manera de ver los glaciares
en un solo día, y es la única manera de ver algunos de ellos. Así que para nosotros no había
alternativa.
También por ésto, los barcos y
catamaranes están acondicionados para todo tipo de públicos: baños, asientos
cómodos, cristaleras grandes, calefacción dentro, bar con almuerzo (caro, por
supuesto). En la excursión que dura todo el
día, te acercan al glaciar Upsala ( se ve a unos 15 km) ya que hace años que suelta
tantos icebergs que es imposible acercarse más, aunque ellos venden la
excursión como si “el capitán decidirá si se puede acercar más según las
condiciones”; al glaciar Speguiaztini, que es el glaciar más alto, y repetimos Perito
Moreno, aunque esta vez, por la cara norte. ¿Si es necesario hacerla…? bueno, si
sobran días sí que lo recomiendo, pero desde luego disfruté más con la
excursión del primer día de sólo Perito Moreno, donde puedes caminar a tu aire
y dedicarle el tiempo que quieras a cada rinconcito.
Día 29 noviembre
Torres del Paine
Nosotras reservamos el día
anterior desde el hostel, la excursión “Full Day” Torres del Paine por 480 pesos.
Eso significa que en un sólo día te llevan desde Calafate a Chile, al parque nacional de
Torres del Paine, te dan el recorrido en bus por el parque y te dejan hacer una
pequeña caminata de apenas una hora. Normalmente la gente dedica al menos 2
días dentro del parque nacional chileno. Nosotras no disponíamos de ese tiempo,
por lo cual ésa era la única opción de ver algo.
Pros: en un día te haces una
idea general de la Torres y sus alrededores. Te llevan directamente a los
lugares y vistas de interés y si hace mal tiempo, frío o llueve, algo muy
probable, no lo sufrirás más que apenas 5 horas.
Contras: los que tienen los
viajes encapsulados, te paran en la única cafetería del lugar a la ida y a la
vuelta, te controlan los minutos y vas demasiado deprisa, y sólo estarás en el
lugar 5 horas. No puedes pernoctar en el parque ni hacer ninguna excursión de
subida a las Torres. Hay que sopesarlo dependiendo de las preferencias de cada
uno y el tiempo disponible.
Bueno, para esta excursión hay
que armarse de paciencia y grabarse a fuego en la conciencia que éste es un
viaje, no unas vacaciones. Nos recogieron a las 5 a.m. en el hostel… vamos, que
arrastrándonos hasta el bus hicimos las siguientes 4 horas por carreteras más o
menos asfaltadas con un frío que pelaba (sin calefacción dentro nuestro bus).
Pasamos la frontera (control de pasaportes, muy importante no olvidarse de él)
y nos paran en el bar del lugar para cambiar moneda para pagar la entrada:
15000 pesos chilenos o 32$ americanos. Total a las 10 a.m. aún no estamos
totalmente en el parque… sólo que tenemos mucha suerte. No llueve y no hace
niebla, por lo que hemos sido agraciadas con el “décimo” del buen tiempo y seremos
de los pocos turistas que esa semana han podido ver las Torres.
Eso sí, hacía un viento… no
tenemos una foto de ese día donde no se vea una mata de pelo volando alrededor
de la cabeza.
Hay que reconocer que el lugar
es espectacular, vimos las Torres del Paine, Laguna Amarga, los Cuernos del Paine,
los cerros, la laguna Grey, Macizo Grey y el centro de visitantes (un video de
águilas y cóndores en inglés), todo ésto con un tentempié (regalo de la
compañía de bus) de un medio bocata de jamón y queso, un agua, una chocolatina y
una barrita energética: la comida de los campeones para un largo día en la
montaña… osea, hay que llevarse la comida o comprarla en el bar de la frontera,
si no os quedaréis sin comer.
¿Si merece la pena ir varios días? si disponéis de ellos por supuesto que sí. Si no tenéis días suficientes yo me doy por satisfecha con mi “Full Day”.
Mi compañero no fue a Torres del
Paine y en su lugar hizo la excursión Big Eye. Es una caminata de día completo
sobre el Perito Moreno (por uno de los lados). A él le encantó y tuvo suerte
porque no hubo problemas de plazas aunque la reservó el día anterior (también desde el hostel) . Si es una de vuestras prioridades a realizar en
Argentina y es en época de mucho turismo, pues recomiendan reservarla con
alguna anticipación, para aseguraros la plaza.
Ushuaia
Día 30 de noviembre
El destino de hoy es Ushuaia.
Cogimos un taxi desde el hostel al aeropuerto, que como lo compartimos con otro
viajero nos quedó un poco más barato (70 pesos en total). Teníamos avión para las
10 a.m. pero salió con 30 minutos de retraso. Para salir del Calafate (en el
aeropuerto) te hace pagar una tasa de 38 pesos, y sin el justificante de haber
pagado no te dan la tarjeta de embarque, así que es imprescindible pagarla.
Mi llegada a Ushuaia fue todo un
éxito. Nada más bajar del avión (13:45h), nos pidieron las tarjetas de embarque
y el pasaporte en la zona de recogida de
maletas. En teoría es para asegurarse de dónde vienes y que no traigas frutas ni
semillas en la maleta. En algún punto
entre esta sala y el taxi mi “pocket” rojo desapareció. Con él se fueron también
el pasaporte, un pen drive, una tarjeta de crédito, la tarjeta sanitaria de
España y unos 400€ entre pesos y euros. Pudo ser un extravío o un robo,
el caso es que no apareció más.
Por éso aquí viene información
importante para quien le suceda algo similar. Como el “extravío” se produjo en
el aeropuerto, quien se tiene que hacer cargo de cursar la denuncia es la
policía aeroportuaria. Aquí me cobraron 10 pesos por poner dicha denuncia. Pero no fue
tan sencillo porque me mandaron 1º a la ciudad (los aeropuertos siempre están
en las afueras) para que pusiera la denuncia en la policía nacional y ellos se negaron-
vuelta al aeropuerto, de ahí al departamento de migraciones en la ciudad y de vuelta al
aeropuerto para que por fin me pusieran la denuncia. Total, un buen dinero
paseando y con el susto en el cuerpo.
También es muy importante tener
copia de la documentación, un DNI, copia de la partida de nacimiento, todos lo
documentos que acrediten que realmente eres quien dices ser. Por supuesto estos
documentos tenerlos escaneados y guardados en vuestro correo electrónico, así
podéis imprimirlos en cualquier lugar. Si tenéis copias en algún lugar de la
maleta, que no hayáis extraviado, es más rápido. Yo como no tenía nada más,
tuve que llamar a España para que me mandasen escaneada la documentación.
Es importante no perder la
calma, y tener siempre a mano el teléfono de la embajada. Aquí ves lo
importante de tener una embajada en un país de destino. Como trabajan hasta las
14:00h, después de esta hora hay que llamar a emergencias de la embajada (para
mí lo era, era jueves y yo cogía el vuelo internancional el lunes siguiente)- ellos mismos te dan
la extensión. Allí me dieron las instrucciones de presentarme en la embajada de España de
Buenos Aires a las 8:00h de la mañana del lunes con el billete de avión (que tenía
que coger esa misma tarde de lunes) y las copias de documentación (partida de
nacimiento, DNI) y la denuncia de “extravío”. Como corría riesgo de perder el
vuelo internacional, me atenderían de emergencias aunque no me aseguraban que
diese tiempo a hacerme un nuevo pasaporte.
Osea, que me encontraba en el
Fin del Mundo sin pasaporte y sin parte del dinero… sinceramente no me acuerdo
bien de lo que hice el resto del día entre la preocupación y el susto se me ha
borrado; lo que sí recuerdo perfectamente es que teníamos reservado en el
hostel Antárctica y a mí no querían dejar registrarme (y darme mi cama)
porque no tenía el pasaporte. Al final hicieron una excepción porque les enseñé
la denuncia y con mi cara de preocupación (hubiese sido difícil llegar en los
confines de la tierra sin un pasaporte, ¿no?)
El hostel está correcto. El
desayuno es bueno y abundante y el comedor es grande y se puede cocinar bien.
Tiene Internet y las zonas comunes están bastante limpias, con calefacción y
agua caliente todo el día. Además te hacen la colada por 25 pesos. Las habitaciones
es otra cosa. Son tan austeras que el suelo es de hormigón visto, los edredones
están raídos y las puertas chirrían… lo curioso es que hay que salir al pasillo exterior para acceder a las habitaciones, y con el frío que hace por
allí por no salir afuera, evitábamos ir al baño, jeje.
Día 1 de diciembre
Mis compañeros se fueron a
buscar y contratar una compañía para hacer submarinismo. Yo sigo con mi
supercatarro con mocos, por lo que para mí queda descartado. Hago un plan
alternativo. Por la mañana me voy con una chica que conocí en el hostel (que se iba al día siguiente a
la Antártida) a ver el Glaciar Marcial. Nos aconsejan ir en taxi hasta la
entrada del funicular, porque nos advirtieron que últimamente atracaron a
bastantes turistas, y como yo ya había contribuido suficientemente, decidimos no arriesgarnos.
Nos costó el taxi 40 pesos. Y el funicular 50 pesos a cada una por llevarte hasta un tramo alto de
la montaña y bajarte (aunque es posible hacer el camino andando). El glaciar está en claro retroceso, con lo que comparándolo con
Calafate no es espectacular. Las vistas desde allí merecen la pena, se ve
un poco la ciudad y la bahía, y además tuvimos suerte que el día estaba soleado.
Por la tarde yo cogí una
excursión organizada para ir a la pingüinera. Como no estuvimos en punta Tombo
(por culpa del volcán), para mí fue emocionante. La excursión se hace a una
isla privada: 375 pesos más 45 pesos de entrada. Según dicen hay pocos pingüinos
comparado con otras zonas del país, pero lo que llama la atención es que hay pocos turistas. Sólo se
puede ir en grupos de 15 personas durante una hora, y hasta que un grupo de
turistas no abandona la isla no puede venir el siguiente grupo, por lo que se
hace una excursión más o menos privada. Allí se ven los pingüinos Papúa, los Magallanes y tuvimos la
grandísima suerte de ver un pingüino Real. Dicen que se debió perder y estaba
ganando energía para regresar a la Antártida cuanto antes, ya que hay una
hembra esperando a que vuelva si no, su cría se morirá.
También nos pararon en un lugar
donde se ven los árboles bandera (por culpa del viento crece con formas
extrañas).
El buceo de mis compañeros fue
en el "Ushuaia divers". El equipo bien, el monitor muy bien y el trato
estupendo. El precio fueron 740 pesos. Pasaron mucho frío a pesar del traje seco y
las vistas fueron buenas, pero sorprendentemente dijeron que se parecían mucho
a los fondos de las Rías Baixas…
Día 2 de diciembre
Este día lo dedicamos por
completo a pasear por el Parque Nacional Tierra de Fuego. Tenemos la gran
suerte que hace sol, y apenas hace viento. Nos dicen que somos afortunados,
los días como éste son pocos a lo largo del año (unos 20ºC). A pesar de eso, nosotros por
si las moscas nos llevamos ropa de sobra (y luego tuvimos que cargar con ella toda la
caminata).
Para llegar al parque
contratamos desde el hostel el transfer “don Alejo” (85 pesos) y la entrada al
parque Natural fueron otros 85 pesos.
El autobús nos deja en la
oficina postal más austral del mundo (por lo que se puede mandar una postal
desde ahí) que cobra por sellar el pasaporte 10 pesos. La caminata fueron unos 14 km, bien señalados y
con vistas espectaculares. Está bastante bien indicado y con árboles a lo largo
del camino, por lo que estás algo protegido del viento y sol. Merece la pena
disfrutar del silencio, de los animales (águilas, castores, multitud de
pájaros…), de las turberas… lo recomiendo sí o sí.
Recordaros que es un Parque, por
lo que hay que llevar comida y traer de vuelta los desperdicios.
El autobús te recoge al final de
la R30 (recorre todo el país, por lo que hay que sacarse la foto junto al
cartel); el transfer pasa a las horas impares, aunque a nosotros nos recogió a
las 17:30h. A la vuelta cocinamos pasta en el hostel (la cena de los 3 fueron
52 pesos de supermercado) y no quedó ni un espagueti.
Día 3 de diciembre
Hoy regresamos a Buenos Aires.
Es sábado y cogemos el primer avión de la mañana, que como es costumbre sale
con algo de retraso. Nos vuelven a cobrar TASAS de SALIDA de 28 pesos a cada uno (de
nuevo, si no pagas la tasa, no te dan tarjeta de embarque). A pesar de no tener
pasaporte, no tengo problemas con el embarque, aunque tengo que enseñar la
denuncia y la copia del dni.
De nuevo en Buenos Aires
(Aeroparque), nos alojamos en el mismo hostel Ayres Porteños. Llegamos en bus urbano (1,25 pesos cada uno)- recordaros
que es importante tener cambiado, porque no admiten cambio ni billetes.
El día lo dedicamos a pasear por
la calle Florida, que estaba llena de puestecitos para comprar bisutería,
artesanía (sobre todo peruana), camisetas… un poco de todo para distraerse
aunque reconozco que allí no compré nada.
Decidimos volver pronto al
hostel porque estábamos bastante cansados, y fuimos a cenar a un sitio que nos
recomendaron en la zona de San Telmo: El Desnivel. Todo estaba estupendo, la
carne, la pasta y los postres… muy recomendable.
Día 4 de diciembre
Día para pasear de nuevo por la
ciudad. Nos hablaron de sus famosos mercados de antigüedades de los domingos, y
fuimos de nuevo a la zona de san Telmo. Reconozco que me quedé algo
decepcionada, porque no vi nada espectacular además de los precios.
Por la tarde cogemos el bus
urbano 130 que nos lleva a la zona de Recoletos. Quería inspeccionar el lugar
de la embajada para ir al día siguiente. Allí había un gran ambiente, un gran
mercado de artesanía local argentina, una obra de teatro en la calle, un concierto de coros en la iglesia… nos
despistamos y llegamos al famoso cementerio de Recoletos justo cuando estaba
cerrando… por cierto, la entrada es gratuita.
Esa misma tarde había además un
partido del Boca y un mucho ambiente por la calle….
Día 5 de diciembre
Es lunes y me levanto a las
6:00a.m. para ir a la embajada. Dejé encargados de mis maletas a mis compañeros y quedamos de
vernos en el aeropuerto. Si no conseguía el pasaporte me quedaría allí sola y
sin ropa… Cojo el bus 130 y me bajo en el parque de Recoletos. Aún así hay que
caminar un buen trozo y cuando llego allí a las 7:15 de la mañana… tengo unas 100 personas delante a la cola.
Creí que me daba un paro cardíaco. Reconozco que seguí a raja tabla lo que me
dijeran del servicio de emergencias y “que no esperara cola” y me colé hasta el
principio en cuanto vi al primer policía español. Me atendieron bastante rápido
pero como tienen que pedir información (sobre mí) a España, me comentaron que volviese a las 14:00h!!! era una realidad que podía perder el avión.
Me doy un paseíto por la zona y voy al cementerio a ver si encuentro la
tumba de Evita Perón. Reconozco que no la encontré, porque no la busqué
demasiado, pero también fue porque me di cuenta que no me gustó el ambiente.
Realmente nunca me han gustado los cementerios, y éste no iba a ser una
excepción.
Volví a la embajada a la 13 del
mediodía, y por suerte ya tenían preparado el salvoconducto, que por 130 pesos tenía
una validez de 3 meses. Sobre las 14h, ya estaba lista para irme.
Llamé al hostel para que me
mandasen un transfer a la puerta de la embajada para ir al aeropuerto. Los
transfer tienen precio cerrado por 120- 130 pesos, así tienes asegurado el precio,
dure lo que dure el trayecto.
Me recogió a la media hora y en
una hora más (tuvimos poco tráfico) estaba en el aeropuerto.
Para sacar la tarjeta de
embarque es preciso haber ido antes al departamento de migración para que den el papelito correspondiente de movimientos que hay que presentar junto con el billete en la compañía aérea. Aunque tenía salvoconducto,
no tenían los datos de cuándo había entrado yo en el país (el cuño de entrada).
Como yo ya había estado en el departamento de inmigración de Ushuaia, no tuve
problema, si no hay una oficina en el propio aeropuerto que te facilita esa
documentación.
Día 6 de diciembre
Todo vuelos y aeropuertos.
Volvemos desde Buenos Aires a España con escala en París de 4 horas (siempre es necesario coger vuelos bien
separados por si hay cualquier emergencia). A las 5 de la tarde ya estamos en
casa y fin del viaje. Sólo queda contar anécdotas.
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